A principios de año Reino Unido anunció, dentro de su Border Target Operating Model tras la salida de la Unión Europea, que establecerían un programa de controles con cambios en burocracia e inspecciones. Entre ellos, incluyen más trámites y nuevas tasas a las empresas.
“En enero, empezó a aplicarse la primera fase, en la que se dio un periodo de tiempo a las empresas para que se acostumbraran a los cambios burocráticos, y en ello están”, explica José Miguel Flavian, Responsable de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de España en el Reino Unido.
En los últimos días se ha puesto el foco de que la segunda fase, que se inicia a partir del 30 de abril, incluye “inspecciones físicas (controles sanitarios y fitosanitarios) y una aplicación de coste a las empresas que importen, que puede llegar hasta los 169 euros por cada pedido, incluidos los productos de origen animal”, continúa Flavian.
Costes extra para las empresas españolas
España es uno de los países que más va a sufrir esta nueva tasa, además de Italia, Países Bajos o Francia. “Es un coste extra para las empresas que no van a poder trasladar al PVP”, explican desde la Cámara de Comercio, “el sentir general de las empresas es que el Gobierno británico ha avisado tarde y hay enfado y preocupación por este incremento por parte de algunas empresas”.
La empresa segoviana, Tabladillo, es una de las que se ha visto afectada por esta nueva tasa. “Supone un incremento de costes a la empresa, además de mayores dificultades en papeleos y gestiones administrativas que ya se están implantando”, explican desde el departamento de exportaciones de la empresa.
