Valles del Esla (Nealsa) ha anunciado este martes a su plantilla que cerrará próximamente sus instalaciones. En un comunicado, la compañía explica que “la reducción progresiva del consumo de carne y productos frescos y la fuerte competencia en el mercado, fundamentalmente de la vaca vieja, han hecho inviable el mantenimiento de la estructura de costes de la empresa”.
El cierre, que según fuentes cercanas a la compañía se hará efectivo el próximo 3 de mayo, afecta a cerca de 30 trabajadores, que se verán abocados a un ERTE, y 90 ganaderos.
“Tras casi 30 años de andadura del proyecto solidario ideado por David Álvarez para impulsar el desarrollo económico en la montaña de León, su tierra de origen, tras el cierre de la actividad minera en la región, El Enebro ha decidido abandonar el sector cárnico”, señalan.
E indican que a lo largo de este tiempo el proyecto “ha contribuido decisivamente a restablecer la actividad en los medios rurales de la montaña de León, cuya despoblación y ausencia de iniciativas empresariales se convirtieron en un grave problema”.
Una facturación al alza desde el año de la pandemia, aunque con pérdidas
Valles del Esla es un complejo cárnico integral ubicado en la montaña de León, fruto de un proyecto creado en 1996 por la Familia Álvarez, propietaria a su vez de Bodegas Vega Sicilia y Eulen, “con el propósito de unir tradición, innovación y solidaridad en torno a un objetivo empresarial único: producir y comercializar auténtica carne de buey”, indican.
A partir del año de la pandemia, la compañía empezó a ganar en facturación, aunque siempre han arrastrado pérdidas. En 2022, últimos datos registrados en el Registro Mercantil, la compañía leonesa facturó 5.445.000 euros, un 4,17 % más que en 2021, año en el llegaron a los 5.227.000 euros de facturación.
Pese a aumentar la facturación, Nealsa ha ido aumentando sus pérdidas, que en 2018 eran de 473.000 euros y en 2022 ya sumaban 1.412.000 euros.
