La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León ha acordado el traslado a matadero de los animales de una explotación de ovino de Renedo de Esgueva (Valladolid) que fue denunciada el pasado 10 de mayo por la Guardia Civil de Valladolid por abandono, falta de medidas de bienestar animal e higiene y riesgo de zoonosis.
Esta actuación, se ha llevado a cabo en cumplimiento con la resolución emitida por el pasado 17 de mayo por la Dirección General de Producción Agrícola y Ganadera.
Origen de la denuncia
En el mes de febrero de este año, la Guardia Civil recibió un aviso sobre el colapso parcial en dicha explotación. Ante el riesgo que suponía la situación para la seguridad de los animales, técnicos municipales iniciaron los trámites para declarar la ruina del inmueble y proceder a su desalojo urgente. En su informe, además, los técnicos evidenciaron la falta de control sanitario de la granja.
Tras ello, el Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León y la Guardia Civil procedieron a inspeccionar la instalación y confirmaron el deterioro significativo de las condiciones higiénico-sanitarias y de bienestar animal. La situación ya había sido reflejada en un informe de agosto de 2023 por el Servicio de Sanidad y Producción Animal, que documentó la presencia de cadáveres, ovejas enfermas y roedores, evidenciando un estado deplorable.
Varios delitos cometido
El propietario fue investigado el 8 de marzo de 2024 por delitos contra los animales y por el abandono y falta de medidas de bienestar, higiene y sanitarias de las reses, que llegaron a causar la muerte de algunos animales, poniendo en peligro la integridad del resto de las ovejas. Asimismo, la Guardia Civil también denunció administrativamente la creación de un estercolero sin autorización municipal.
Además, durante la investigación también se descubrió que el titular empleaba a una persona extranjera sin permisos legales, por lo que fue investigado por un delito contra los derechos de los trabajadores.
Desde 2013, la Guardia Civil había informado en varias ocasiones sobre los problemas de higiene y salud de esta explotación, que desde 2015 carecía de licencia y en 2020 fue dada de baja administrativa en el registro, pero su dueño ignoró las obligaciones de desalojar a los animales.
