En los últimos meses, el Sistema de Alerta Rápida para alimentos y piensos de la UE (RASFF) ha notificado alertas procedentes de Italia, Portugal, y anteriormente de Alemania, sobre una alta presencia de plomo en carne y embutido de jabalí procedente de España. Países, todos ellos, donde se exporta el 90 % de la carne de caza de nuestro país, según la OCU.
Tras las notificaciones, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha llevado a cabo investigaciones confirmando que el plomo responsable de la contaminación procedía de la munición utilizada durante la caza de los animales.
Desde AESAN, señalan, “se han adoptado varias medidas, tanto de carácter normativo (Reglamento (UE) 2023/915 de la Comisión, de 25 de abril de 2023, relativo a los límites máximos de determinados contaminantes en los alimentos y por el que se deroga el Reglamento (CE) nº 1881/2006) como no normativo, tales como el Informe de Comité Científico de la AESAN de 2012 y las recomendaciones de consumo de la AESAN de 2021.
La carne de caza, una carne saludable
Ante todo, la carne de caza es una carne saludable al ser una carne magra, con proteínas de alto valor y que aporta importantes micronutrientes, y con un sabor y textura particulares, al proceder de animales en libertad.
Cuando el animal es cazado con munición de plomo, la carne puede contener fragmentos de este metal, aunque el plomo también es un contaminante presente en el medioambiente de forma natural.
Aunque no se conocen efectos adversos en una sola ingesta, la toxicidad crónica del plomo por ingestas repetidas tiene diversos efectos bien conocidos sobre el organismo, siendo el sistema nervioso central, y particularmente el cerebro en desarrollo, el principal órgano diana para su toxicidad.
Es por ello que desde AESAN, con el objetivo de conseguir una mayor seguridad alimentaria, recomienda a la población que practica esta actividad la introducción progresiva de munición alternativa que evite o reduzca al máximo el uso del plomo en su composición.
Recomendaciones para el consumo de carne de caza
De forma general, el riesgo de encontrar plomo en las carnes de autoconsumo es mayor que en aquellas comercializadas por los canales habituales, donde no se suele emplear munición y se utilizan detectores de metales.
Aún así, AESAN recomienda que menores de siete años y mujeres embarazados, planificando estarlo o en lactancia eviten el consumo de carne de caza silvestre o limiten el consumo a piezas que no hayan sido abatidos con munición de plomo.
Para el resto de población se recomienda en piezas enteras eliminar la zona del impacto, la carne decolorada, con restos de tierra, hierba, huesos o fragmentos de plomo; así como no lavar las piezas antes de eliminar las partes dañadas.
En el caso de carne picada, AESAN recomienda limpiar la picadora entre distintas piezas, ya que los ,metales de la munición son blandos y pueden quedar atrapados en la máquina contaminando la carne. Y, también, evitar el cocinado en medio ácido, es decir, en escabeche, ya que así se reduce la transferencia del plomo por la presencia del vinagre.
Seguridad y trazabilidad de la carne de caza
Para optimizar la seguridad y trazabilidad de la carne de caza AESAN y ASICCAZA se han reunido recientemente para abordar, entre otros asuntos, la presencia de plomo en este tipo de carne, cuestión en la que ambas partes continuarán colaborando para garantizar la seguridad alimentaria del producto final.
Otros de los asuntos tratados fue el de fomentar la colaboración con las autoridades competentes, tanto nacionales como autonómicas, y el colectivo profesional veterinario, para avanzar en la mejora práctica de la primera inspección veterinaria que tiene lugar en los acotados cinegéticos.
Desde la interprofesional han solicitado a la AESAN que actué como organismo interlocutor con las comunidades autónomas, “ya que son las que tienen las competencias en materia sanitaria, para requerirles que pongan en marcha ciertas medidas y poder afrontar esta problemática de forma coordinada entre todas las partes implicadas”.
A modo de sugerencia, ASICCAZA ha propuesto al organismo de seguridad alimentaria que promueva un desarrollo más concreto del Plan Nacional del Control de la Cadena Alimentaria en las piezas de caza silvestre, con el objetivo de mejorar los procedimientos en esta primera inspección y lograr optimizar el proceso productivo en toda la red de valor. Para ello también han acordado avanzar en planes de formación con las autoridades competentes y profesionales veterinarios centrados en facilitar los sistemas de control y retirada de piezas no aptas en el campo.
