Desde el 1 de febrero los puntos de venta en Alemania de carne porcina, ovina, caprina y de aves de corral, ya sea fresca, refrigerada o congelada, no envasada deben indicar obligatoriamente la procedencia de la materia prima. Hasta ahora la medida era obligatoria en este país solo para la carne de vacuno sin envasar y para la carne envasada.
“Quien compra en el supermercado, en la carnicería o en el mercado semanal puede saber ahora de un vistazo si la carne procede de Alemania o del extranjero. De este modo, los clientes pueden elegir conscientemente los productos locales y así nosotros apoyamos a nuestra agricultura alemana”, ha remarcado el ministro federal Cem Özdemir.
Tal y como remarca Özdemir, “el etiquetado ayuda a los agricultores, especialmente en las pequeñas y medianas explotaciones, a poder competir mejor en el mercado.
Alemania aboga por un etiquetado de origen obligatorio a escala europea
Asimismo, el Gobierno alemán quiere que esta obligación de etiquetado en origen se extienda a otros alimentos y también a nivel de la Unión Europea.
En este sentido, ha señalado el ministro alemán, “seguimos presionando a Bruselas para que garantice que el etiquetado de origen también se introduzca a nivel de la UE, e idealmente también para otros productos”.