El USDA estima que a lo largo de 2024 habrá una fuerte demanda de carne de ave en México. Concretamente, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos habla de un millón de toneladas métricas, lo que supone un 4 % más que en 2023.
Según señalan, la producción nacional no podrá satisfacer la creciente demanda interna de carne de pollo y México dependerá de las importaciones para satisfacer esta demanda.
Y es que, según el USDA, el consumo de esta proteína aumentará en el país azteca un 3 %, con respecto a 2023, con una estimación de consumo de 5 millones de toneladas métricas a lo largo de este año. Y es que esta proteína cárnica es la más asequible y la primera opción para los consumidores de México.
El grueso de las importaciones procederán de Estados Unidos, y, especialmente las piezas más demandadas serán los cuartos de pierna de pollo y carne deshuesada mecánicamente.
Se estima que la producción crezca un 2 % más en 2024
El USDA prevé que tanto el consumo como las importaciones aumenten pero también estima que lo haga la producción de carne de pollo en México.
En 2024, este sector muestra un crecimiento continuo a lo largo del año debido al aumento de la inversión privada. En concreto, el USDA habla de una producción de 4 millones de toneladas métricas en 2024, un 2 % más que en 2023.
Esta perspectiva de producción se ve reforzada ante una reducción de los costes de los cereales y otros insumos, la fuerte demanda interna y la continua inversión privada en el sector, constatan desde el USDA.
A pesar de los elevados tipos de interés, el USDA prevé que la inversión de capital y la expansión en el sector avícola sigan creciendo en el país debido a un rendimiento más rápido de la inversión en comparación con los sectores bovino y porcino.
Las exportaciones también aumentarán
Del mismo modo, el USDA prevé que las exportaciones alcancen las 5.000 toneladas, lo que supone un aumento del 25 % respecto a 2023 y un 25 % por encima de las estimaciones del USDA.
Principalmente las exportaciones crecerán en América Central y América del Sur, con productos adaptados a los sabores de la cocina local, aunque el fuerte crecimiento de México como exportador de aves de corral se ve limitado por los brotes de gripe aviar altamente patógena y la falta de reconocimiento zoosanitario por parte de los socios comerciales.
Las exportaciones avícolas de México se limitan a productos tratados térmicamente, en su mayoría listos para el consumo y algunos listos para cocinar.