La empresa familiar Cárnicas Catalá, con sede en Alcoy (Alicante) y dedicada a la fabricación de embutidos, elaborados y al despiece desde 1969, atraviesa una de las etapas más difíciles de su trayectoria. Según ha informado Radio Alcoy (Cadena SER), la compañía se encuentra en plena aplicación de un ERE y, si no aparece un inversor externo en los próximos días, se vería abocada a la suspensión de pagos y al concurso de acreedores.
La situación afecta a un total de 55 empleados, de los cuales 47 trabajan en la fábrica ubicada en el polígono de Cotes Baixes y otros 8 en las dos tiendas que la empresa mantiene abiertas en el Mercat de Sant Roc y en el Mercat de Zona Nord.
Una firma emblemática en Alcoy
Fundada en los años sesenta por Gonzalo Cabanes, Cárnicas Catalá pasó a manos de sus hijos en los años ochenta, coincidiendo con el traslado a las actuales instalaciones en Cotes Baixes. Con el tiempo, el negocio quedó en manos de Gonzalo, el hijo mediano, actual propietario.
La empresa ha sido considerada durante décadas una de las más representativas del sector cárnico en la comarca, destacando por su apuesta por los productos elaborados y embutidos tradicionales.
Futuro incierto
El desenlace dependerá de si en los próximos días aparece un inversor capaz de asumir la deuda. De no producirse, la empresa se vería forzada a cerrar una trayectoria de más de 65 años de historia vinculada al sector cárnico valenciano.
















