En una importante iniciativa para impulsar la industria porcina británica, Lidl ha anunciado que invertirá 500 millones de libras (584,80 millones de euros al cambio actual) en el sector porcino de Reino Unido con el objetivo, señalan desde la compañía, de “garantiza la producción continuada de productos británicos de alta calidad a los mejores precios posibles para los clientes”.
La cadena de supermercados alemana es el cuarto minorista en la categoría de carne de cerdo fresca del país, con una cuota de mercado del 11 %
Creación de una agrupación de productores de carne de cerdo
Como parte de esta iniciativa, Lidl ha trasladado a los productores de carne de cerdo británicos a un modelo de cálculo de costes para el productor de libro abierto que incluye el coste de producción en la granja, garantiza unos volúmenes mínimos para el productor e incluye un margen fijo para los ganaderos. Este cambio se ha desarrollado en colaboración con los productores de carne de cerdo a través de su recién creada ‘Agrupación de productores de carne de cerdo de Lidl’, ya que el minorista reconoce la necesidad de un modelo de precios más sostenible en el sector de la carne de cerdo para proveedores y ganaderos.
A través de su nuevo grupo de productores de carne de cerdo, Lidl financiará proyectos de investigación y desarrollo para mejorar el bienestar de los animales.
Inversión para reducir la huella de carbono de los productores
Asimismo, la cadena de supermercados está invirtiendo en la evaluación de la huella de carbono de todas las granjas de su grupo de productores de carne de cerdo para, posteriormente, poner en marcha planes para reducir estas emisiones.
Además, tiene previsto invertirá más de 250.000 libras esterlinas (292.402 euros al cambio actual) en cuencas hidrográficas del Reino Unido en situación de riesgo para mejorar la salud de los ríos y la calidad del agua, y trabajará para conseguir un abastecimiento de soja sin deforestación para finales de 2025.
Todas estas inversiones, acabaran desde la compañía, forman parte de una inversión más amplia de 15.000 millones de libras (17.544 millones de euros al cambio respectivamente) en la industria alimentaria británica entre los años 20 y 25, que superará las previsiones iniciales en 2.000 millones de libras (2.339 millones de euros al cambio).
