Emcesa se ha consolidado como un referente indiscutible en el ámbito de la calidad y el buen servicio dentro de nuestra industria. La empresa ha logrado una armoniosa fusión entre la tradición y las innovaciones vanguardistas que el mercado demanda. En esta entrevista, el director general de Emcesa, Javier Mancebo, nos adentrará en los entresijos de la empresa y compartirá sus perspectivas sobre el estado actual y el futuro de la compañía.
P – En un mercado altamente competitivo como el del sector cárnico, ¿cuál consideran que es la ventaja competitiva más importante de Emcesa y cómo planean mantenerla?
Nuestra principal ventaja radica en la calidad que ofrecemos y en el servicio que proporcionamos. En el contexto actual, caracterizado por una feroz competencia, a menudo se presenta el desafío de que no todos los clientes están dispuestos a desembolsar el coste adicional que conlleva optar por productos de calidad.
Nuestro fuerte es la calidad, pero también el servicio al cliente en un producto que resulta complicado de manejar, puesto que no resulta fácil llevarlo cada día a las tiendas.
P – Emcesa ha invertido recientemente en una instalación fotovoltaica que produce 1.731 kWp. ¿Cuál fue la motivación detrás de esta inversión y cómo contribuirá a la sostenibilidad de la empresa?
La primera fase de la fotovoltaica estaba prevista para reducir el impacto medioambiental de la empresa. La segunda fase, sin embargo, se inició como respuesta al gran incremento de costes energéticos iniciado el año pasado.
Al final, entendemos que con la construcción de ambas fases, el nivel de contaminación de nuestra instalación se ha reducido de forma notable y esto nos lleva a contemplar la construcción de una tercera fase, ya que los costes energéticos siguen siendo muy elevados y resulta necesario combatir esta situación.
P – En este sentido, ¿cuáles son los próximos pasos estratégicos para Emcesa a corto y largo plazo en términos de innovación y sostenibilidad?
Además de la reducción del impacto medioambiental, estamos también trabajando en la introducción de envases más sostenibles, con plásticos de menor peso y que también sean reciclables y provengan de plásticos reciclados.
Asimismo, estamos retirando todos los plásticos de colores, ya que resulta más complicada su reciclabilidad.
P – La línea de productos de quinta gama es uno de las estrategias que Emcesa está fomentando con ahínco en los últimos años. ¿Está funcionando como se esperaba? ¿Seguirá incrementando en los próximos años? ¿Puede adelantarnos algún otro tipo de producto que veremos en esta gama y que aún no esté a la venta?
Es una línea en crecimiento. Con motivo de la pandemia, hubo un parón y las inversiones realizadas en años anteriores se vieron un poco truncadas en 2020, pero cuando todo ha ido volviendo a la normalidad, esa línea ha vuelto a crecer y los datos reflejan que, en este momento sigue creciendo y, por tanto, todo indica que se trata de una gama de producto que va a continuar. De hecho, sabemos que tiene mucho futuro por delante y la idea es invertir para que así sea.
En cuanto a la primicia sobre algún tipo de producto que aún no esté a la venta, lo cierto es que tenemos un kit de tortillas acompañadas de carne, queso y unas salsas, que ya han sido mostradas en alguna feria pero que todavía no han iniciado su comercialización en España y lo harán en un corto espacio de tiempo.
P – ¿Puede comentarnos algunas características clave de este tipo de productos y cómo se diferencian de las ofertas existentes desde hace algunos años en los lineales del supermercado?
El mercado de precocinados lleva muchos años a la venta, pero desde hace pocos años el salto de calidad ha sido muy importante.
Los consumidores están habituados a una calidad de cocina alta y, por tanto, lo que exige en un precocinado es lo mismo. Y, probablemente, durante años ha sido este el hándicap que han tenido muchas empresas dedicadas a la elaboración de este tipo de productos, ya que se encontraban muy alejadas de los sabores que los potenciales compradores acostumbraban a tomar en sus casas o en los restaurantes.
La distinción fundamental de Emcesa en esta categoría de productos reside justamente en la concepción de desarrollar un plato cocinado que logre replicar de manera precisa tanto la textura como el sabor de aquel que el consumidor prepararía en su hogar.
P – Cambiando de tema, la renovación del certificado de calidad alimentaria IFS Food es un hecho siempre reseñable. ¿Qué significa esto para la empresa? ¿Tiene algún tipo de reflejo en la confianza de los clientes?
Evidentemente, ya que es un sello de calidad que reconoce el buen hacer de la empresa y, de alguna manera, lo que el cliente ve es que hay una entidad que controla que las cosas se estén haciendo correctamente.
Respecto al consumidor, realmente no sabrá seguramente lo que significan este tipo de sellos de calidad puesto que, además, da por hecho que la seguridad es algo que viene intrínseco. Hace veinte años es posible que este tipo de certificaciones pudieran suponer algún tipo de diferencia con respecto a la percepción que el consumidor tenía de nosotros, pero actualmente no significa nada.
Este tipo de certificaciones donde adquieren mayor valor es al vender a una gran distribución o cuando se exporta fuera de España.
P – Hablando precisamente de exportar, Emcesa ha anunciado recientemente que iba a abrirse a otros mercados de la mano de Alibaba.com. ¿Qué desafíos y oportunidades presenta una iniciativa de este tipo?
Al final se trata de conseguir mayor cuota de mercado y, gracias al uso de este tipo de plataformas, que son muy reconocidas internacionalmente, pueden ser una palanca de gran ayuda para llevar productos a otro tipo de países que, por uno mismo, quizá serían más complicados de abrir.
Fabricamos productos que creemos que se pueden consumir en otros lugares y, uno de los retos que hemos tenido a lo largo de este último año y medio, ha sido extender la vida útil de algunos de ellos para poder llegar a cualquier punto del mundo. Por eso, gracias a Alibaba, esperamos que nos dé el impulso para aumentar el crecimiento.
Los desafíos que presenta trabajar con una multinacional de este tipo no son muchos, pero de momento sí hemos encontrado algunos detalles que hay que ir puliendo, puesto que el hecho de vender productos cárnicos a través de plataformas de este tipo, realmente es prácticamente una novedad para todos.
P – La compañía comenzó su proceso de apertura a los mercados extranjeros a través de Hong Kong. ¿Fue una experiencia positiva? ¿Qué otros mercados pretenden abrir en los próximos años?
Realmente como exportación fuera de Europa, es cierto que nuestro primer país fue Hong Kong y la experiencia sí fue muy buena. La idea es seguir creciendo en este sentido y nos parecen interesantes mercados como el mexicano, algunos otros países latinoamericanos, Sudáfrica o Australia. El problema de este último país es que posee normativas muy restrictivas que dificultan un poco las operaciones, pero ya hemos iniciado conversaciones que esperamos que finalicen con éxito.
En cualquier caso, nosotros estamos abiertos a exportar a cualquier sitio y estamos, de hecho, preparados para ello.
P – Hay empresas actualmente en las que el peso de su facturación proviene, en su mayoría, de negocio realizado en el exterior. ¿Esa política es una línea a seguir en Emcesa o pretende seguirse otra estrategia diferente?
Mantener una empresa, con la cantidad de dificultades que existen ahora mismo en nuestro país, es un reto importante. Esto se debe a que la situación se está centralizando mucho bajo el paraguas de grandes compañías que están haciéndose con la mayoría del sector.
Al final, esta situación dificulta mucho la pervivencia de empresas familiares, puesto que los precios que manejan estas grandes empresas a la hora de vender sus productos, no permite entrar a competir a empresas como Emcesa, ya que se encuentran muy por debajo del límite que pueden manejar para ser rentables. Esto, de alguna manera, ‘obliga’ a Emcesa y a otras empresas similares, a mirar a los mercados exteriores y a tener una gama de productos muy bien diversificada.
P – ¿Cuáles cree que son los principales retos que debe abordar la industria en el futuro reciente?
Aunque pueda parecer un objetivo obvio, el desafío primordial que enfrenta la empresa consiste en mantener la propia empresa. Para lograrlo, como mencionaba anteriormente, es esencial implementar estrategias de diversificación y buscar la autosuficiencia como aspectos clave en el camino hacia el éxito continuado.
