España pone en marcha la adquisición de nuevas vacunas frente a la dermatosis nodular contagiosa (DNC) en bovino por un importe de 660.000 euros. La enfermedad, que apareció por primera vez en nuestro país el pasado 3 de octubre, ya suma 18 focos, todos en Girona.
El Consejo de Ministros ha avalado la vía de emergencia para que el Ministerio de Agricultura pueda contratar y suministrar las dosis de forma inmediata.
El MAPA adelantaba ayer que ha lanzado una propuesta para ampliar el plan de vacunación a nuevas comarcas de Cataluña y Aragón, aunque la medida está pendiente del visto bueno de la Comisión Europea, “que es necesario” según adelantaba Emilio García Muro, director general de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal del Ministerio.
El brote se concentra en Girona
El primer foco se confirmó a principios de octubre en una explotación de recría de novillas en Castelló d’Empúries. Desde entonces ya se han confirmado 18 focos en la provincia de Girona. Tras la detección inicial se activó el plan nacional, en línea con la normativa comunitaria, priorizando la vacunación de emergencia para cortar la difusión en las primeras semanas.
En las zonas de restricción —50 km alrededor de cada foco— no pueden salir animales vivos hacia otras zonas del territorio nacional ni hacia el resto de la UE. También se suspenden ferias ganaderas y otras concentraciones en los ámbitos afectados.
Impacto para la cadena del vacuno
La activación de la vacunación y las restricciones temporales implican reprogramaciones logísticas (granjas, centros de concentración, transporte, mataderos y salas de despiece), posible tensión de oferta a corto plazo en determinadas zonas y mayor exigencia documental en los movimientos permitidos. El objetivo es acotar la circulación del virus mientras se despliega la cobertura vacunal.
La DNC es una enfermedad vírica del ganado bovino (familia Poxviridae, género Capripoxvirus). Se caracteriza por fiebre, nódulos cutáneos, lesiones en mucosas y órganos internos, inflamación de ganglios, edema y, en ocasiones, muerte.
Está incluida en la lista de enfermedades de declaración obligatoria de la OMSA y de la Unión Europea. Su presencia puede conllevar pérdidas productivas —especialmente en vacas de leche— y restricciones comerciales de animales vivos, material de reproducción, carne y otros productos hacia terceros países.
