INTERPORC, como representante de todos los agentes de la cadena de valor del sector; AENOR, como entidad certificadora del sello Welfair Bienestar Animal; la propia certificación Welfair; y la cadena de supermercado Lidl, acusada por la ONG de vender producto procedente de la granja porcina, han mostrado su total rechazo ante las imágenes difundidas por el Observatorio de Bienestar Animal (OBA).
Las imágenes en cuestión muestran importantes irregularidades en materia de bienestar animal; bioseguridad; y limpieza y mantenimiento y corresponden a una granja, ubicada en la localidad burgalesa de Quintanilla del Coco (Burgos), que dispone cinco naves con 5.000 cerdos aproximadamente, y que desde el 2019 estaba certificada por AENOR en Bienestar Animal.
Ante la gravedad de los hechos, OBA, antes Equalia ONG, ha interpuesto una denuncia contra los responsables y operarios de la granja porcina Domingo Pozo Martínez, y exige la clausura de las instalaciones y la destitución de alcalde de Quintanilla del Coco, ya que según denuncia la ONG la granja es propiedad del intendente. La ONG también ha denunciado a la empresa cárnica que presuntamente gestiona la carga de los animales.
Ante estos hechos, desde el área Cárnica de C de Comunicación, nos hemos puesto en contacto con las diferentes partes implicadas para conocer su opinión al respecto:
El sector porcino pide que no se generalice esta “deleznable y aislada conducta”
Tras el conocimiento de las malas prácticas en la granja porcina de Quintanilla del Coco, desde INTERPORC han querido mostrar su “total rechazo” en nombre de todo el sector porcino de capa blanca español.
A través de un comunicado, la Interpersonal ha querido expresar su “más rotunda condena de los hechos” y ha reiterado “el firme compromiso del sector porcino con las buenas prácticas ganaderas, con la seguridad alimentaria y con el respeto al bienestar animal, por encima de cualquier otro interés”.
Desde INTERPORC piden “la puesta en marcha inmediata de todas las medidas administrativas, legales y jurídicas necesarias contra los responsables de estas malas prácticas que vulneran la ley y, por supuesto, atentan contra la ética y deontología del sector ganadero español”.
“El porcino de capa blanca se siente agraviado y perjudicado por este hecho aislado que emborrona el buen hacer de las más de 66.000 granjas de porcino de capa blanca de España que han situado a España como referente en bienestar animal a nivel mundial“, lamentan desde INTERPORC.
Y aclaran que “la realidad de la moderna ganadería de porcino de capa blanca de España es muy diferente y demostrable“.
INTERPORC también ha querido recordar que “más de 415.000 personas trabajan de manera directa, indirecta e inducida en el sector porcino español y lo hacen cumpliendo con su tarea con profesionalidad y respeto absoluto a la ley“. “Generalizar una deleznable y aislada conducta supone decir que, por acción u omisión, esas personas, con nombres y apellidos, son maltratadores de animales o que miran para otro lado. Eso es algo que rechazamos con rotundidad“, concluye la Interprofesional.
AENOR retira el sello Welfair Bienestar Animal a la granja
Dicha explotación agrícola se encontraba hasta ahora certificada en Bienestar Animal por AENOR, según el Protocolo de Bienestar Animal Welfair, cuyo propietario es el IRTA.
Ante los hechos denunciados, AENOR ha abierto “de inmediato un procedimiento para contrastar la veracidad de estas informaciones” y el martes llevó a cabo una auditoría sin previo aviso en las instalaciones de Domingo Pozo Martínez, a la que acudieron una auditora de AENOR, con extensa experiencia y especialización, así como un lead auditor de Welfair.
“Como consecuencia de los hallazgos realizados y siguiendo las indicaciones del propietario del esquema se ha procedido a la retirada del certificado para las dos instalaciones de Domingo Pozo Martínez en Quintanilla del Coco“, explican desde AENOR. Esta retirada implica el cese del uso del certificado “con efecto inmediato“, explican desde AENOR.
La granja estaba certificada con el sello Welfair desde 2019
Esta granja porcina estaba certificada por AENOR, en Bienestar Animal, desde 2019. Desde entonces había sido auditada en las siguientes fechas:
- 31 de julio de 2019
- 7 de septiembre de 2020
- 5 de febrero de 2022
- 8 y 9 de junio 2022
- 5 diciembre de 2022
- 24 de agosto de 2023
En todas ellas, el sello había sido renovado anualmente, excepto entre los meses de junio 2022 y enero 2023, cuando el certificado fue suspendida temporalmente al apreciar una serie de incumplimientos del protocolo Welfair referente al exceso del número máximo de animales para la instalación auditada.
“En la auditoría de diciembre del 2022, también desarrollada junto a un auditor de la certificación Welfair, se comprobó el cumplimento del Protocolo y se levantó la suspensión de la certificación, con efecto 16 de enero de 2023″ y desde la entidad certificadora recalcan que “en ninguna de estas auditorías se han apreciado en la explotación situaciones homólogas a las que aparecen en el vídeo” difundido por OBA.
Desde AENOR también han querido mostrar su “rechazo profundo” ante las situaciones que se muestran en el vídeo y aclarar que desde la entidad trabajan “activamente para la erradicación de prácticas inadmisibles en el trato a los animales en las granjas”.
Primera vez que se expulsa una granja de la certificación por denuncia externa
Desde la certificadora Welfair también condenan “con rotundidad las actuaciones y el estado de las instalaciones
que transmiten las imágenes” y han querido expresar su “rechazo hacia cualquier tipo de maltrato animal y compartimos el malestar que provoca ver animales indefensos expuestos a tan lamentable situación”.
Welfair ha podido confirmar que parte de las imágenes sí se corresponden con la granja denunciada y tras conocer la denuncia han iniciado el procedimiento de investigación previsto. En primer lugar, explican, y, de acuerdo con AENOR, “se ha realizado una auditoría no anunciada a las instalaciones de la granja y ha destacado que “en la inspección y auditoría llevada a cabo el martes, 28 de noviembre, no se han detectado situaciones similares a las
expuestas en el vídeo denuncia de OBA. Sin embargo, sí se han identificado parte de las instalaciones mostradas”.
Pese a ello, constatan que “en las condiciones actuales, reflejadas en el informe elaborado juntamente con AENOR, consideramos que en estos momentos no cumple los estándares requeridos para poder mantener la certificación Welfair”, aclaran desde la certificadora.
No hay en el mercado productos de esta granja con el sello Welfair
Asimismo, desde Welfair confirman a C de Comunicación que “el consumo del producto proveniente de la granja no ha supuesto un riesgo para la salud humana“, ya que, aclaran, “siempre son sometidos a controles sanitarios antes de su comercialización” y que actualmente “no hay en el mercado productos identificados con el sello de bienestar Welfair provenientes de la granja denunciada“.
Welfair también nos esclarece que “desde finales de 2022, cuando se llevó a cabo la suspensión de la certificación, no se ha vuelto a etiquetar producto alguno de dichas granjas con el sello Welfair“.
Tras los hechos denunciados y como consecuencia de toda la información recopilada y verificada, la certificadora Welfair ha puesto en marcha “una completa revisión interna. Estamos evaluando todas las potenciales modificaciones y mejoras que resulten indicadas para evitar que una situación como esta pueda volver a repetirse. A continuación, pondremos dichas mejoras a disposición de las empresas certificadoras para que las implementen a la mayor brevedad posible”.
“El sector ganadero español en general y el porcino en particular es referente en Europa. Trabaja intensamente para mejorar el bienestar animal en sus granjas” e instan a “no generalizar las sospechas y acusaciones a todas las granjas porcinas del país. Estos centros cuentan con profesionales de la ganadería comprometidos con dar a los animales el mejor trato y el máximo respeto”, concluye.
Lidl aclara que su proveedor de porcino no trabaja con esta granja
En la denuncia cursada por OBA, la ONG afirmaba que la granja distribuía cerdo a un proveedor de Lidl en España, algo que la cadena de supermercados ha desmentido a este medio.
Lidl también “condena rotundamente los abusos y el maltrato animal y manifestamos nuestro completo rechazo ante este tipo de prácticas”. Tras conocer esta información, la cadena de supermercado contactó “inmediatamente con los proveedores en cuestión, quienes nos garantizan que no trabajan con esta granja al no renovar el certificado de bienestar animal que exigimos a todos los centros de trabajo que operan para Lidl”.
“Como empresa somos conscientes de nuestra responsabilidad y trabajamos para que nuestras acciones tengan un impacto positivo en las personas, los animales y el medio ambiente”, señalan desde la compañía.
“Desde hace años, Lidl está comprometido con impulsar las normas de bienestar animal y seguirá haciéndolo. Como socio fiable de la industria agroalimentaria española, y en especial de la industria cárnica, trabajamos permanentemente en colaboración con nuestros socios y proveedores a lo largo de toda la cadena de suministro para seguir impulsando las buenas prácticas en el sector“, concluye.
