La Cámara de los Diputados italiana dio el pasado jueves el visto bueno definitivo al proyecto de ley que prohíbe la producción, comercialización e importación en Italia de carne cultivada y otros alimentos sintéticos. Con ello, Italia se convierte en el primer país en prohibir por ley alimentos como la carne cultivada.
Para el Ministro de Agricultura, Soberanía Alimentaria y Bosques, Francesco Lollobrigida, con esta medida “protegemos nuestros alimentos, nuestro sistema alimentario, para mantener la relación entre alimentos, tierra y trabajo humano que nos acompaña desde hace milenios, garantizando la calidad que expresa Italia y que es la expresión de la seguridad alimentaria de todo el planeta”.
El ministro italiano considera que “los alimentos sintéticos, cultivados, alejados de nuestras tradiciones, no garantizan este principio” y por ello, ha indicado, “debemos proteger a nuestros trabajadores, a nuestros agricultores y a nuestros ciudadanos, que tienen derecho a comer bien”.
Multas de hasta 60.000 euros por incumplir la ley
El Parlamento italiano respaldó el proyecto de ley por 159 votos a favor y 53 en contra. Incumplir la ley supondría una multa de hasta 60.000 euros.
En una entrevista concedida al informativo italiano TG1, Francesco Lollobrigida ha subrayado que “actualmente, este alimento no está autorizado en Europa y no ha sido sometido a pruebas y ensayos adecuados” y confía en que la UE rechace también la posibilidad de producir, importar y comercializar estos alimentos sintéticos.
“En la actualidad, el Parlamento Europeo rechazó con los votos de todos los partidos parlamentarios de la UE cualquier enmienda que abriera estos procedimientos. Trabajaremos para reforzar este principio y hacer que el mundo de los agricultores, los ganaderos y la calidad ocupen un lugar central en nuestra dinámica y produzcan alimentos que garanticen la salud de nuestros ciudadanos’, apuntó el ministro.
El ministro italiano ha señalado estar “orgullosos de que Italia sea el primer país del planeta en prohibir este tipo de producción que acaba con nuestro sistema alimentario tradicional. Existe esta posibilidad y consideramos que no está en línea con lo que es el modelo que conocemos, que respetamos y que también nos ha hecho fuertes y competitivos en este sector. Italia, cuando está a la vanguardia y consigue explicar las buenas razones que le llevan a regular en este sentido, también consigue implicar a otros estados’, concluyó el ministro Lollobrigida.
