El índice de precios de la carne de la FAO subió en abril 1,7 puntos (un 1,7 %) respecto a marzo, situándose en un promedio de 101,8 puntos. Esto significa que se produjo un crecimiento por séptimo mes consecutivo, situando el índice un 5,1 % por encima del valor registrado en el mismo mes del año pasado.
Las cotizaciones de las carnes de vacuno y ovino, apoyadas por la sólida demanda de Asia oriental, ante la escasez de la oferta en Oceanía provocada por la reconstitución en curso de la cabaña ganadera y los bajos niveles de existencias. El aumento de las ventas internas en algunas regiones productoras también respaldó los precios de este tipo de carnes.
Respecto a la carne de porcino, sus cotizaciones se reforzaron como resultado del elevado nivel de compras continuas de Asia oriental, y a pesar del aumento del total de los envíos de la Unión Europea, que siguieron creciendo aunque Alemania siguió sin acceso al mercado chino debido a la preocupación suscitada por la peste porcina africana.
Entretanto, los precios de la carne avícola se mantuvieron estables, como consecuencia del equilibrio general de los mercados mundiales.