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“Vamos muy lentos en hacer granjas”: COAG alerta del ajuste entre oferta y demanda en el sector avícola tras los últimos focos de gripe aviar

Por Beatriz DeparesResponsable de contenidos de Cárnica

El sector avícola trabaja con muy poco margen entre oferta y demanda y cualquier incidencia sanitaria o regulatoria, como la actual con la gripe aviar, se nota rápidamente en el mercado. Así lo explica Eloy Ureña, responsable avícola de COAG y productor de pollos de engorde, en conversación con Cárnica, al advertir de que la oferta va por detrás del consumo tanto en carne como en huevos.

“Es un problema más estructural”, apunta. “El sector del huevo y el de la carne no han crecido tanto como la demanda”, resume. Ese desequilibrio explica, según él, que cualquier reducción de capacidad ante un problema sanitario como la actual influenza aviar, aunque sea puntual, tenga efectos inmediatos en precios y disponibilidad.

“El consumo de carne de pollo ha aumentado un 4 % en dos años” un crecimiento que no es proporcional al número de animales. “Vamos muy lentos en hacer granja, ese es el problema”.

Según Ureña la burocracia y la incertidumbre regulatoria son los que están poniendo frenos al crecimiento de la producción avícola. “Una nueva granja avícola que se quiera poner en marcha, entre hacer papeleos, burocracia, etc., igual tarda tres años en abrir. Y eso no es normal”, remarca.

“En los pueblos, en el mundo rural, sí se han creado más granjas de producto de proximidad, pero las granjas grandes que surten a las ciudades grandes no han crecido. Y si estas no crecen, vamos a ir mal”, remarca.

Gripe aviar: preocupación para el productor, no para el consumidor

Ureña reconoce que la gripe aviar es una preocupación clara para las granjas, pero distingue entre el impacto en el sector y en el consumidor final. “Es preocupante, pero para nosotros, no para el usuario. Para el consumidor no tiene por qué afectarle”, señala.

A su juicio, el único efecto posible para el consumidor es el precio, más que la disponibilidad del producto. No espera problemas de escasez porque, recuerda, “se han controlado bien los focos que ha habido”. Cita el caso de Olmedo (Castilla y León), donde el foco del 29 de septiembre obligó a ampliar el radio de control. “Pero ese foco es del 29 de septiembre. No ha habido nada más”.

A su juicio, el único efecto posible para el consumidor es el precio, más que la disponibilidad del producto. No espera problemas de escasez porque, recuerda, “se han controlado bien los focos que ha habido”. Cita el caso de Olmedo (Castilla y León), donde el foco del 29 de septiembre obligó a ampliar el radio de control: “Después se amplió a 20 kilómetros en vez de 10 el radio. Pero ese foco es del 29 de septiembre. No ha habido más casos en granjas”.

La pérdida de capacidad supone menos producto disponible, un impacto que se agrava precisamente porque “no hemos crecido”, reitera. A su juicio, el comportamiento del consumidor también añade presión al sistema. Según explica, ante la subida de precios “el consumidor lo que está haciendo ahora es, viendo el precio, comprar más por si acaso sube, y lo que está creando es que, si tú compras más, hay más demanda”. “Lo están haciendo ellos mismos”, concluye.

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