Esta semana nos vamos a Utrera, Sevilla, para conocer a la ganadora de nuestro ranking de carnicerías, que cada semana desarrollamos de la mano de Carpisa. La historia de Juan Arcos, el dueño de la carnicería Arcos Ibéricos, es un ejemplo de pasión, esfuerzo y resiliencia, y nos enseña que se puede lograr lo que uno quiera si se trabaja para ello. Hoy conocemos un proyecto familiar que Juan ha convertido en un modelo de negocio que ha terminado siendo su mejor apuesta.
De la adversidad al inicio de un sueño
En 2011, Juan Arcos se quedó sin trabajo tras la caída del boom de la construcción. Lo que para muchos habría sido un batacazo total, para él se convirtió en la oportunidad de reinventarse. Su mujer, Paloma, carnicera desde los 16 años, y su apoyo fundamental, le ofreció enseñarle el oficio.
Durante 3 meses trabajó gratis en la empresa de distribución cárnica de un amigo de su padre en Utrera, “Esta fue la manera de obtener conocimientos sobre corte, distribución y sobre todo el trato al cliente” comienza Juan.
Dió el salto a la carnicería de un supermercado, una oferta que le hicieron a su mujer, que lo recomendó a él afirmando que “su marido es muy apañado”, y con tan solo tres meses de experiencia Juan se enfrentó a un reto que le dio la idea de emprender, proyecto apoyado por su mujer Paloma, qué lo animó a llevarlo a cabo.
El comienzo de su aventura en solitario
En 2013 abrieron su primera carnicería en Sevilla. Los inicios fueron difíciles: Juan sabía cortar carne, pero desconocía cómo afrontar el papeleo y las obligaciones fiscales. El inicio estuvo marcado por pérdidas “El primer año me arruiné, llegó un momento en que pensaba que perdería mi casa”. Pero lejos de venirse abajo, y solo como él sabía hacerlo, transformó ese tropiezo en aprendizaje y se mantuvo firme, a sabiendas de que toda recompensa requiere un sacrificio, por lo que desde 2013 hasta 2019 el mismo afirma que “lo pasó muy mal”, aunque nos confiesa que nunca le faltó la ayuda ni de su mujer, su madre, ni la de su hermano.
El inicio de su expansión
El verdadero punto de inflexión llegó el 2 de diciembre de 2019, con la apertura de su nueva carnicería en Utrera. Un modelo de negocio con un enfoque diferente, que tenía en sus vitrinas un total de 14 razas de vaca y una selección de carnes internacionales que incluía wagyu japonés, carnes de Australia y Uruguay entre otras nacionales.
La apertura coincidió con la pandemia del COVID, por lo que en ese primer golpe Juan pensaba que lo volvería a perder todo: “Cuando llegó la pandemia en lo único en lo que pensé fue, me voy a arruinar otra vez”.
Pero supo adaptarse una vez más. Dio una vuelta a su negocio e incluyó el reparto a domicilio, usando redes sociales, donde tiene un total de 10 mil seguidores, y grupos de WhatsApp para llegar a nuevos clientes. “Todo lo que he conseguido ha sido gracias a mi trabajo, yo no tengo publicidad ni pago por que me la hagan”. La respuesta fue muy positiva, su negocio creció y a día de hoy es un ejemplo de resiliencia empresarial, y muy orgulloso nos cuenta “De 2020 hasta ahora, cada año vamos facturando más”. Su tienda web a pesar de ser muy reciente nos comenta que está dando buenos resultados.
Un mundo de carne en Utrera
Hoy la carnicería cuenta con 20 trabajadores y mantiene una reputación al mismo nivel que la calidad de sus productos y la atención al cliente, ya lo dice en su web, Juan lleva “12 años repartiendo calidad”. La clave, afirma él, es sencilla: “Por el producto ganamos”. Las reseñas de su negocio son un reflejo de lo contentos que están sus clientes con la calidad de sus productos, que también valoran tanto la variedad como el trato cercano.
Su producto estrella es la vaca madurada, pero su oferta va mucho más allá: carnes que vienen de todo el mundo, siendo esta la mayor diferenciación del resto de carnicerías del pueblo, eso y la alegría con la que atiende como nos cuenta. Vende un total de 25 razas de vaca de todas las partes del mundo.
Si te paseas por su tienda, puedes encontrar desde carne de wagyu japonés hasta la entraña de wagyu australiano, pasando por el lagarto de angus estadounidense. Tampoco se olvida del producto nacional: también ofrece vaca rubia gallega. Su carnicería es como dar una vuelta al mundo sin salir de Utrera.
Mirando al futuro: ganadería propia y expansión nacional
Su proyecto no se para aquí. Juan, trabaja desde hace unos años con un ganadero en Cádiz que le cría de forma exclusiva animales para su carnicería, y en cuanto al futuro más cercano, nos detalla “Todavía estamos en proceso de crianza de animales, pero vamos a abrir una ganadería propia en breves”. Además, distribuye a restaurantes reconocidos en Sevilla y provincias cercanas, con planes de expandirse a nivel nacional. La ambición que tiene unida a la experiencia que le han dado estos años, marca el camino de Juan que no ve límites.
La
Mejor sin dudas!!