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La huella de carbono de la carne cultivada es potencialmente peor que la carne de vacuno, según un estudio

Por Redacción

Investigadores de la Universidad de California, en Davis, han señalado en un estudio, aún no revisado, que el impacto ambiental de la carne de laboratorio o cultivada puede ser superior al de la carne de vacuno, a corto plazo y teniendo en cuenta los métodos actuales de producción.

Para llegar a esta afirmación, los investigadores en cuestión han llevado a cabo una evaluación del ciclo de vida de la energía necesaria y los gases de efecto invernadero emitidos en todas las fases de producción y lo compararon con la carne de vacuno.

Principales retos de la carne cultivada

“Uno de los retos actuales de la carne cultivada en laboratorio es el uso de medios de crecimiento muy refinados o purificados, los ingredientes necesarios para ayudar a las células animales a multiplicarse. Actualmente, este método es similar a la biotecnología utilizada para fabricar productos farmacéuticos. Esto plantea una cuestión crítica para la producción de carne de cultivo: ¿Es un producto farmacéutico o un producto alimentario?”, apuntan en el estudio.

“Si las empresas tienen que purificar los medios de crecimiento hasta niveles farmacéuticos, utilizan más recursos, lo que aumenta el potencial de calentamiento global”, afirma el autor principal y doctorando Derrick Risner, del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la UC Davis. “Si este producto se sigue produciendo con el enfoque ‘farmacéutico’, va a ser peor para el medio ambiente y más caro que la producción convencional de carne de vacuno”, constata.

Los científicos definieron el potencial de calentamiento global como los equivalentes de dióxido de carbono emitidos por cada kilogramo de carne producida. El estudio descubrió que el potencial de calentamiento global de la carne producida en laboratorio con estos medios purificados es de cuatro a 25 veces superior a la media de la carne de vacuno de venta al por menor.

Carne cultivada vs carne de vacuno

Uno de los objetivos de la industria es llegar a crear carne cultivada en laboratorio utilizando principalmente ingredientes o cultivos de calidad alimentaria, sin recurrir a ingredientes y procesos de calidad farmacéutica caros y que consumen mucha energía.

En ese escenario, los investigadores descubrieron que la carne de cultivo es mucho más competitiva desde el punto de vista medioambiental, pero con un amplio margen. Según sus cálculos, el potencial de calentamiento global de la carne cultivada podría ser entre un 80 % inferior y un 26 % superior al de la producción convencional de carne de vacuno. Aunque estos resultados son más prometedores, el salto de la ‘farmacia a la alimentación’ sigue representando un reto técnico importante para la ampliación del sistema.

“Nuestros resultados sugieren que la carne cultivada no es intrínsecamente mejor para el medio ambiente que la carne de vacuno convencional. No es la panacea”, afirma Edward Spang, autor del estudio y profesor asociado del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos. “Es posible que podamos reducir su impacto ambiental en el futuro, pero requerirá un avance técnico significativo para aumentar simultáneamente el rendimiento y disminuir el coste de los medios de cultivo celular”.

Incluso los sistemas de producción de carne de vacuno más eficientes analizados en el estudio superan a la carne de cultivo en todos los escenarios (tanto alimentario como farmacéutico), lo que sugiere que las inversiones para avanzar en una producción de carne de vacuno más respetuosa con el clima pueden producir mayores reducciones de emisiones más rápidamente que las inversiones en carne de cultivo.

Objetivos del estudio

Entre los objetivos del Consorcio de Carne Cultivada de UC Davis, un grupo interdisciplinar de científicos, ingenieros, empresarios y educadores que investigan la carne cultivada, figura el desarrollo de la tecnología que permitiría dar el salto de la ‘industria farmacéutica a la alimentaria’. Otros objetivos son establecer y evaluar líneas celulares que puedan utilizarse para cultivar carne y encontrar formas de crear más estructura en la carne cultivada.

Risner afirma que, aunque la carne cultivada en laboratorio no dé lugar a una hamburguesa más respetuosa con el medio ambiente, este proyecto puede aportar valiosas enseñanzas científicas.

“Quizá no se consiga una carne más respetuosa con el medio ambiente, pero sí productos farmacéuticos más baratos, por ejemplo”, afirma Risner. “Lo que me preocuparía es que se ampliara demasiado deprisa y se hiciera algo perjudicial para el medio ambiente”.

En este estudio han participado también otros autores como Yoonbin Kim y Justin Siegel, de UC Davis, y Cuong Nguyen, de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California.

La investigación ha sido financiada por el Instituto de Innovación para la Alimentación y la Salud de la UC Davis y la beca Growing Convergence Research de la National Science Foundation.

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