Seguimos con una nueva entrega de nuestra sección ‘Carne y salud’, en la que a través de la visión de los profesionales, expertos y científicos del sector cárnico, recordamos el buen hacer de la industria y la necesidad de que la carne sea una parte fundamental en la dieta de la sociedad. En esta ocasión, aprovechando el reciente nombramiento de Emmanuelle Soubeyran como directora general de la Organización Mundial de Sanidad Animal, hemos querido charlar unos minutos con ella.
Soubeyran, se ha convertido en la octava persona que asume el cargo. Es veterinaria e inspectora general de salud pública veterinaria. Hasta la fecha, también es directora general Adjunta de Alimentación y Jefa de los Servicios Veterinarios franceses.
Con ella analizamos la situación de la sanidad animal europea, conocemos su punto de vista sobre el trabajo de la industria cárnica a nivel nacional y europeo y recordamos la importancia de la carne en la dieta mediterránea. Esto es lo que nos ha contado:
Pregunta (P): En primer lugar, ¿cómo valoras tu reciente nombramiento y que puede esperar el sector sobre la filosofía de trabajo de la OMSA en esta nueva etapa?
Respuesta (R): Es un honor y una gran responsabilidad haber sido elegida Directora General de la OMSA. Mi objetivo es seguir trabajando para mejorar la salud y el bienestar animal en todo el mundo, que es la misión de OMSA. Además de contribuir a la seguridad alimentaria, impulsar la economía, promover el comercio seguro, proteger la salud pública, preservar la vida silvestre y la biodiversidad y ayudar a mitigar el cambio climático.
En este contexto mis tres prioridades serán: aumentar la visibilidad de las cuestiones de salud animal, de la institución (OMSA) y de los servicios veterinarios; fortalecer los Servicios Veterinarios; y modernizar la OMSA. Me he comprometido a desarrollar el trabajo de la OMSA en beneficio de todos sus miembros.
P: ¿Cuál es el nivel de seguridad alimentaria en la industria cárnica europea y española? ¿Pueden los consumidores tener tranquilidad sobre los productos cárnicos que consumen?
R: Para la industria cárnica francesa y española, las normas de seguridad sanitarias están armonizadas a nivel europeo. El nivel de requisitos es alto y está en línea con los estándares internacionales.
P: Como profesional de la veterinaria, ¿cuál es su experiencia en el sector cárnico? ¿Se respeta el bienestar animal?
R: Del mismo modo, las normas sobre bienestar animal están armonizadas a nivel europeo. Las autoridades sanitarias de los Estados miembros llevan a cabo controles para garantizar que los agricultores y ganaderos cumplan estas normas.
“El nivel de requisitos de seguridad sanitarias es alto y está en línea con los estándares internacionales”
P: ¿Cree que la industria cárnica debería comunicar más eficazmente su buen hacer?
R: Se debe fomentar la comunicación sobre las buenas prácticas del sector e incidir en el consumo de una dieta equilibrada en la que se incluya la carne.
P: ¿Notas una demonización de la carne en países como Francia o España?
R: No sé si llegar a hablar de “demonización” de la carne, pero es un tema de discusión o incluso de controversia en Francia, es cierto. Se requieren esfuerzos para reducir las emisiones de GEI por parte del sector ganadero, así como de muchas otras actividades económicas, como parte de la estrategia de planificación ecológica del Gobierno. Pero no se trata de abandonar la ganadería en Francia o en Europa, porque contribuye a la seguridad alimentaria. Además, sería una locura dejar de producir para tener que importar más.
Debemos promover una ganadería sostenible, en los tres sentidos de la palabra sostenibilidad: respetuosa con el medio ambiente, económicamente viable y que responda a las expectativas de los consumidores.
Sería una locura dejar de producir carne para tener que importar más.
P: ¿Cuál es la cantidad de carne que recomienda la OMSA a los consumidores? ¿Qué cantidad se considera un consumo equilibrado de carne?
R: El Plan Nacional de Nutrición Sanitaria francés ha establecido las siguientes recomendaciones para el consumo de carne y productos cárnicos: priorizar el consumo de aves limitando el resto de carnes (ternera, cordero, cerdo, etc.) a 500 g por semana y embutidos a 150 g por semana.