Hoy 9 de mayo se celebra el Día de Europa y este año tiene un significado especial para el sector agroalimentario y en concreto para agricultores, ganaderos e industria a nivel nacional. Tras la ‘ruptura’ entre ASAJA y COAG; y UPA y el MAPA, la mira está puesta en el marco europeo y en las elecciones del próximo mes de junio. Las medidas y reivindicaciones recogidas en los documentos presentados por ambas partes se refieren, en gran parte, a leyes dictadas directamente por la Unión Europea y es por ello, que para el sector, tal y como ha difundido ASAJA en su web, la cita del próximo 9 de junio con las urnas es decisiva.
En el documento elaborado por Christiane Lambert, presidenta del COPA y Lennart Nilsson, presidente de la COGECA, recuerda al sector su responsabilidad a la hora de votar y afirman que “los eurodiputados elegidos son vitales para el cambio de rumbo y de paradigma agrícola en Bruselas“.
“Las sucesivas crisis desde marzo de 2020 han obligado a los dirigentes europeos a revisar su planteamiento: El COVID, la guerra de Ucrania, el arma de la seguridad alimentaria blandida por Putin, la inflación y la repetición de fenómenos meteorológicos extremos han demostrado que nuestra agricultura es un sector a la vez esencial, estratégico y vulnerable. En cada ocasión, Europa ha demostrado estar en el nivel adecuado para actuar y ha sabido reaccionar con rapidez, ya sea a través del plan de la UE para la próxima generación, de su estrategia de independencia energética y seguridad alimentaria o, más recientemente, de sus propuestas de simplificación de la PAC. Estas diferentes estrategias, aprobadas por 27 Estados miembros, a veces en cuestión de semanas, han sido verdaderas proezas, que habrían sido imposibles de aplicar sin una buena coordinación entre nuestras instituciones de la UE”, explican desde COPA-COCEGA.
“De la granja a la mesa”, cambio de paradigma en Europa
Durante este mandato, “lo más llamativo para nosotros ha sido el cambio de paradigma que se ha producido en materia agrícola. Hemos pasado del enfoque dogmático y vertical ‘de la granja a la mesa’, en las primeras fases del mandato, a un mayor diálogo y un planteamiento más estratégico de las cuestiones agrícolas en los últimos meses.”-
Y además concretan que, más allá del despliegue político, la estrategia “mostró rápidamente los límites de una visión sin evaluación ni reflexión sobre la aplicación. Este método problemático fue reconocido en primer lugar por la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que decidió en septiembre de 2023 lanzar un ‘Diálogo estratégico para el futuro de la agricultura‘”, y que está actualmente en curso en Bruselas.
Sector agrario europeo, todo por hacer
El comunicado continúa y recuerda que “muchos textos no se han concluido en el marco de este mandato, lo que deja una serie de preguntas sin respuesta, ya sea sobre los productos fitosanitarios o sobre el bienestar de los animales, sobre las que la próxima Comisión y el próximo Parlamento deberán pronunciarse. Este cambio de método deberá confirmarse en estas cuestiones después de las elecciones. Seguir con la ideología o la polarización estéril sería perder un tiempo precioso. Y piden que “sea esencial que los partidos políticos y los votantes lleven al Parlamento a eurodiputados que trabajen en estos temas y conozcan personalmente los problemas a los que se enfrentan la agricultura y las zonas rurales europeas. Estamos convencidos de que esta cuestión de la brecha rural/urbana debe abordarse a escala europea”. Y confirman que: “La agricultura, la silvicultura y el movimiento cooperativo deben volver a ocupar un lugar eminentemente estratégico en el centro de la reflexión europea”.
Y finalizan: “Con el fin de proporcionar una fuerte legitimidad para la acción, y para garantizar que la voz de los agricultores y la población rural se escuche en el próximo Parlamento y en la Comisión de Europa, es esencial hoy, incluso más que ayer, que los agricultores europeos se involucren y voten”.
