La Fira Avícola de El Prat prepara su 52ª edición en un contexto de incertidumbre debido a la posible ausencia de sus protagonistas, los pollos de la raza autóctona Pota Blava, debido a las restricciones derivadas del repunte de casos de gripe aviar en España.
Durante las últimas semanas, el sector avícola ha vivido momentos complicados tras el aumento de focos de la enfermedad no solo en territorio nacional, sino también en Europa. La semana pasada, el Ministerio de Agricultura activó las medidas más estrictas de prevención, entre ellas la obligatoriedad de confinar a todas las aves para evitar cualquier contacto con las aves silvestres y evitar el contagio del virus.
El ayuntamiento de El Prat confía en poder mantener la exposición avícola
Desde el Ayuntamiento de El Prat han confirmado a Cárnica que su idea es que los animales puedan estar presentes en la feria. Explican que, debido a los brotes registrados en años anteriores, estas aves ya se mantienen habitualmente protegidas, sin contacto con animales de otras explotaciones ni con aves silvestres que puedan representar un riesgo. Esto también sucede por la proximidad de humedales en la zona que pueden atraer a aves enfermas.
Precisamente este aislamiento preventivo, que se ha aplicado de manera permanente, está permitiendo valorar una posible excepción a las normas aplicadas por el Ministerio, siempre que la Generalitat lo autorice, tras un cribado de PCR que se informó hace unos días y es de carácter obligatorio. “La idea es que las aves participen en la feria como todos los años, y que los pratenses puedan disfrutar del Pota Blava”, señalan desde el consistorio.
Una feria importante para los pratenses
Desde el Ayuntamiento se está trabajando para hacer un esfuerzo y que los animales puedan estar en el pabellón avícola, agrícola y ganadero, cumpliendo todas las medidas de bioseguridad y sin poner en riesgo a ningún animal.
Todavía no se conoce la decisión definitiva hasta que el Govern autorice la presencia de las aves, pero la feria se celebrará de todos modos para que los habitantes de El Prat de Llobregat y los municipios cercanos puedan, como de costumbre, pasearse por los diferentes pabellones y disfrutar de la gastronomía o el mercado de los payeses.
















