En el pequeño pueblo riojano de Alberite, de poco más de 2.500 habitantes, una carnicería familiar con más de 70 años de historia ha encontrado una manera innovadora de seguir prosperando en tiempos modernos.
Se trata de Carnicería Marisa, un negocio familiar que suma ya cuatro generaciones y que cuenta con una larga tradición ganadera y de venta de carne que, tras realizar una importante reforma en la tienda, ha instalado una máquina expendedora que permite a sus clientes poder comprar productos cárnicos frescos y ecológicos las 24 horas del día, durante los siete días de la semana y los 325 días del año.
Tal y como nos ha explicado Rosa Gil, hija de Marisa, actual gestora del negocio, la idea surgió tras observar un modelo similar en otro establecimiento, y Rosa decidió adaptar la propuesta a las necesidades de su carnicería. El objetivo, cuenta, es ofrecer mayor comodidad a los clientes, permitiéndoles adquirir productos frescos y ecológicos en cualquier momento del día.
Superando desafíos para innovar
“La instalación de la máquina no fue sencilla”, confiesa Rosa. Al principio, la falta de espacio adecuado dentro del establecimiento complicó el proyecto, pero tras realizar reformas y ajustes, lograron integrar la máquina en el local. Con la obra se aprovechó para cambiar toda la vitrina y se colocó “una vitrina mucho más moderna. Con ello, conseguimos darle un aire fresco al negocio y ganamos mucho más espacio, lo que nos permitió hacer el hueco para instalar la máquina expendedora”.
A pesar de que la inversión ha sido considerable, “la acogida ha sido espectacular. La gente ha aceptado la máquina superbien”, nos confiesa Rosa.
Y es que esta carnicería, que ha sido gestionada por la familia de Embutidos Luis Gil durante generaciones, se ha caracterizado por su capacidad de adaptación, y precisamente la nueva máquina es un reflejo del continuo esfuerzo por mantener un servicio de calidad en tiempos cambiantes. “Con esta iniciativa se ha dado una vuelta a lo que ya era bueno para adaptarse a la gente que viene detrás, porque, lamentablemente cuando la gente se va jubilando y al no haber relevo generacional, los negocios van muriendo”.
Productos cárnicos frescos 365 días al año
Cona la máquina de venta de productos cárnicos, que lleva en funcionamiento desde finales del mes de mayo, Carnicería Marisa ofrece la posibilidad de adquirir producto cárnico fresco 24/7 durante los 365 días del año. Entre la oferta disponible, la cual se actualiza cada dos días, se encuentra tanto carne fresca, como embutidos y algún que otro elaborado. En total poco más de 20 referencias.
“Nos ha costado tiempo y organización, como todo lo nuevo”. Al principio algún producto quedaba atascado, o salían más unidades de las compradas, pero tras “adaptar los formatos de los productos y ver cuál era la mejor forma de colocarlos productos, funciona muy bien”.
“No vas a hacer la compra de la semana pero sí te saca de un apuro, y, la verdad, está funcionando muy bien”. En estos tres primeros meses de andadura, los productos que más se han demandado han sido el picadillo, costillas, panceta fresca, presa, secreto y sobres de jamón y de chorizo. También se encuentran paquetes familiares de lomo adobado, hamburguesas… en total cerca de 20 referencias.
Dos veces a la semana, la mayoría de los productos cárnicos que no se han vendido, se retiran y se pone producto fresco. “Al estar en in situ, tienes la posibilidad de cambiar el producto todos los días y de rellenar la máquina todos los días”.
Un negocio familiar con visión nacional
Carnicería Marisa no solo abastece a la comunidad local de Alberite sino que también ha ampliado su alcance, enviando productos a toda España. Con su propio ganado y un enfoque en el embutido ecológico, el negocio ha sabido diferenciarse y atraer a una clientela más amplia.
Durante la pandemia, nos cuenta Rosa, implantaron nuevos métodos como pedidos por WhatsApp y pagos por Bizum, servicio de recogida rápida y reparto a domicilio. La máquina expendedora es la última de una serie de innovaciones que Carnicería Marisa ha implementado para seguir creciendo.
Mejoras para clientes y empleados
Además, a raíz de la pandemia y con el fin de mejorar la conciliación familiar, Carnicería Marisa ha optado por reducir su horario de atención presencial, abriendo solo por las tardes los viernes.
“Esta decisión se complementa ahora con la máquina expendedora, que permite a los clientes adquirir productos de manera autónoma, incluso fuera del horario habitual”, comenta.
Rosa Gil destaca que este modelo de negocio, que combina tradición con innovación, no solo asegura la continuidad de la carnicería, sino que también mejora la calidad de vida de su equipo y la satisfacción de sus clientes.
