Homicidio imprudente es la acusación que ha llevado a la detención de los dueños de la empresa Magrudis SL, propietaria de la marca La Mechá, por parte de la Guardia Civil. Los detenidos son, José Antonio Marín Ponce y sus hijos Sandro y Mario, su cuñado y un comercial de la empresa. Estos dos últimos fueron puestos en libertad horas después. Aunque Sandro Marín figura como máximo responsable de la empresa, la Guardia Civil considera a su padre el verdadero administrador de la compañía.
Esta es la última consecuencia de la investigación de la titular del Juzgado de Instrucción 10 de Sevilla tras los casos de listeria que comenzaron este verano. Según informa El país, que apunta a fuentes judiciales, a los detenidos se les acusa, en diferente grado de participación, de diferentes delitos de homicidio imprudente, contra la salud pública y lesiones al feto.
La acusación de homicidio imprudente se debe, según se ha señalado, a que la empresa ignoró un análisis realizado en febrero en el que detectaron la presencia de listeria en sus productos. Aunque cuando sucede esto, ni el laboratorio ni la empresa tiene la obligación legal de comunicarlo a las autoridades, sí existe la obligación de tomar las medidas oportunas para corregir la situación y evitar que productos contaminados lleguen al consumidor.
Cuando sucedieron los primeros casos, el laboratorio recordó a la empresa lo sucedido en febrero y que debían haber adoptado medidas. Al no constatar que esto se hubiese producido, lo pusieron en conocimiento de las autoridades.
Por ello, la investigación actual busca averiguar por qué los detenidos no pusieron en marcha las medidas necesarias, ocultando, además, esos análisis de febrero a los inspectores tras los primeros casos. Hay que recordar, además, que José Antonio Marín Ponce y sus hijos afirmaron varias veces en público que su empresa había superado todos los controles sanitarios realizados.
