Campofrío abrirá un centro de investigación para toda Europa en Burgos en colaboración con la universidad pública de esta ciudad, con una inversión inicial de 4 millones de euros solo en la obra civil y en la que, una vez terminado el edificio, prevé que trabajen hasta 80 investigadores.
A esta inversión hay que sumar varios millones más en equipamiento tecnológico, según informó ayer el rector de la Universidad de Burgos, Alfonso Murillo, tras reunirse con responsables de la empresa, el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, y representantes de los grupos de la oposición.
La frma ha solicitado al Ayuntamiento una parcela para construir el centro y la agilización de las licencias que debe conceder el Consistorio. Murillo explicó que la intención de Campofrío es que este nuevo centro tecnológico esté listo al mismo tiempo que la nueva planta de producción que la empresa cárnica está construyendo en la ciudad después de que a fnales de noviembre pasado un incendio destruyera la fábrica donde nació la marca.
El rector añadió que, aunque representantes de la universidad y de la multinacional cárnica llevan varios meses hablando de este proyecto, todavía no se ha concretado la fórmula de su colaboración, que será «pionera en España». No será un simple convenio de colaboración, sino algo más parecido a un consorcio en el que las decisiones sean adoptadas por la institución universitaria y la empresa, algo que todavía no ha hecho ninguna universidad española, adelantó. En este sentido, recordó también que, tras el incendio de la planta principal de Campofrío en Burgos, la empresa está utilizando varios laboratorios de la universidad, fundamentalmente de Biotecnología, para tareas de investigación y controles de calidad.
Al término del encuentro de ayer, que duró poco más de una hora, los representantes de todos los grupos políticos municipales -PP, PSOE, Imagina y Ciudadanos expresaron su respaldo unánime al proyecto, lo que supondrá la cesión de una parcela municipal de entre 3.000 y 4.000 metros cuadrados en una zona próxima a la sede central de la universidad.
El alcalde de la ciudad aseguró que se agilizarán al máximo todos los trámites urbanísticos y las licencias para la construcción del centro de investigación, aunque en su opinión será muy difícil que esté terminado al mismo tiempo que la nueva planta de Campofrío, hacia fnales de 2016. A juicio de Lacalle, el plazo más realista apuntaría a que el centro estuviera listo en 2017 y «eso ya sería todo un logro» porque la tramitación será «muy compleja».
