Miguel Ángel García Bravo, director de marketing y promoción del Consorcio del Jamón Serrano Español, ha puesto en valor las posibilidades que ofrece la ‘tapa’ española para impulsar el comercio exterior a través de la gastronomía. En su opinión, las estrategias de difusión de nuestros productos segidas desde los años 90 y basadas en reuniones con distribuidores y formación de profesionales para conseguir colocarlos en el punto de venta y convertir su consumo en cotidiano en los mercados exteriores ha dado paso a una nueva tendencia: la introducción de las populares ‘tapas’.
En opinión de García Bravo, la ‘tapa’ es una señal de identidad de España, una imagen de marca similar a productos como el jamón serrano o el aceite de oliva, que enriquece los valores de éstos. Hoy ya no basta con explicar las propiedades nutricionales y cualidades organolépticas de los productos, hay que explicar cómo introducir esos alimentos en la alimentación de cada país.
Por ello hay que impulsar la labor de comunicación y capacitación al canal profesional foráneo para que el consumidor extranjero tenga una experiencia de compra y de consumo satisfactoria, lo que supone una de las claves en el éxito de la exportación de productos agroalimentarios.
Alimentos como el jamón serrano cuentan con una versatilidad única, que permite combinarlo con cualquier alimento en una tapa. Por ello, enseñar cómo mezclar la gastronomía de cada país con la nuestra en un producto único, potencia su presencia y visibilidad entre los ciudadanos foráneos, y las tapas son la mejor herramienta para expandir ese y otros productos, de manera que obtiene cada año una cuota de participación más importante en la actividad comercial en el exterior de las empresas.
