Entre enero y junio, los mataderos de China procesaron 183,55 millones de cerdos, un 14,5 % más que en el mismo periodo de 2024, según datos del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales. Este aumento de sacrificios ha garantizado un suministro abundante de carne de cerdo, pero también ha provocado una presión a la baja en los precios del ganado y de la carne.
Caída de precios del cerdo vivo, la carne y los lechones
Los precios del cerdo vivo encadenan seis semanas de descensos y se situaron en 14,35 yuanes/kg a mediados de agosto, un 31,4 % menos interanual. La carne de cerdo también bajó hasta 24,93 yuanes/kg en la tercera semana de agosto, lo que supone un recorte del 22 % respecto al año pasado.
En el caso de los lechones, la caída es aún más prolongada: quince semanas consecutivas de descensos hasta alcanzar los 33,25 yuanes/kg, un 25,4 % menos interanual.
Rentabilidad ajustada pero positiva
Pese a la bajada de precios, la cría de cerdos sigue siendo rentable gracias al abaratamiento de los piensos. Los precios del maíz y de la harina de soja se mantienen en niveles históricamente bajos, lo que permite reducir costes. Según el analista Zhu Zengyong, del Instituto de Ganadería y Medicina Veterinaria de Pekín, la cría se mantiene rentable desde hace 15 meses consecutivos, aunque los márgenes se han estrechado y el beneficio medio por granja cayó por debajo de los 100 yuanes en julio.
Perspectivas del mercado
El consumo de cerdo sigue débil en la temporada de calor, aunque se espera un repunte en septiembre y un aumento significativo en el sur del país con la temporada de carne curada a finales de noviembre.
A corto plazo, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma ha anunciado una nueva ronda de acopio de carne de cerdo congelada nacional, con el objetivo de retirar producto del mercado y estabilizar los precios.
En el plano internacional, China importó 626.000 toneladas de carne de cerdo entre enero y julio, un 4,1 % más interanual, aunque en julio las importaciones se redujeron un 0,6 %.
Los analistas prevén que los precios registren pequeños aumentos estacionales y fluctuaciones limitadas, con la rentabilidad todavía garantizada pero cada vez más ajustada.