Restalia ha recibido varias denuncias por parte de algunos franquiciados de The Good Burger, que les acusan de suministrarles carne caducada o baja en grasas y que podría no estar en condiciones óptimas para su consumo, según informa El Mundo a través de su página web.
Estas acusaciones han motivado que el Juzgado de Instrucción número 52 de Madrid esté ya investigando tanto a José María Fernández Capitán, dueño del Grupo Restalia, como a la propia sociedad en sí, a varias de sus filiales y a algunos de los responsables del grupo.
Las denuncias de los franquiciados acusan a Restalia de ser una ‘organización criminal’ que busca que los propios franquiciados incurran en conductas delictivas de fraude a los consumidores.
Como ejemplo de este hecho citan una elevada compra de carne baja en grasa realizada por Restalia en noviembre de 2020 que tenía una fecha de consumo preferente próxima a finalizar. Mandaron a continuación un comunicado a los franquiciados informando de que recibirían una hamburguesa baja en grasa en lugar de la estándar de 100 gramos ‘por una regularización en el stock’.
De esta manera, dicen los denunciantes que Restalia pretendía que los franquiciados vendieran hamburguesas bajas en grasa como si fueran hamburguesas estándar.
El problema, según indican los denunciantes, no está solamente en el engaño que supone para los consumidores, sino en los perjuicios que puede ocasionar a la salud pública.
Por otro lado, los denunciantes también afirman que Restalia realizó estudios de viabilidad irreales con los que conseguían hacer creer a los franquiciados que sus negocios darían buenos resultados, pero éstos nunca se llegaron a alcanzar y han provocado el cierre de unos cien negocios al año del grupo.
