La industria cárnica española, reconocida por su excelencia en calidad y seguridad alimentaria

Cada año, el 7 de junio se celebra el Día Mundial de la Seguridad Alimentaria. La industria cárnica se une a esta celebración, destacando el importante papel que desempeñan sus empresas al comprometerse constantemente en ofrecer alimentos elaborados bajo los más altos estándares de calidad en el mercado.

Las 2.800 industrias que conforman este sector operan bajo normativas estrictas, consideradas las más exigentes del mundo, en todas las etapas de producción. Su objetivo es salvaguardar la seguridad alimentaria y, por ende, garantizar el bienestar y la tranquilidad de los consumidores en todo el mundo.

Las buenas prácticas de higiene son un ejemplo destacado en todas las etapas de producción. Además, se aplican rigurosos controles en la cadena de frío para preservar la calidad y seguridad de la carne durante el transporte. Se implementan programas de control de calidad para asegurar que todos los productos cumplan con los estándares establecidos, y se establece una trazabilidad efectiva para rastrear la carne desde su origen hasta su destino. También se brinda formación a todos los involucrados en la producción y manipulación de carne, y se cuenta con una supervisión oficial.

Además de estas medidas, las empresas de la industria cárnica aplican rigurosos sistemas de autocontrol que contribuyen a garantizar la inocuidad de los alimentos. Esto brinda a los consumidores la confianza y seguridad para realizar sus elecciones de compra de carne y productos cárnicos, teniendo la certeza de que todos los alimentos disponibles en el mercado cumplen con los más altos estándares de higiene y calidad.

Regulación para asegurar la seguridad alimentaria

En la Unión Europea, la entrada en vigor del Reglamento 178/2002 estableció los principios y requisitos generales de la legislación alimentaria, con el objetivo de garantizar la protección de la salud y los derechos de los consumidores. Este marco normativo fue reforzado en 2004 con el Paquete de Higiene de los Alimentos, que introdujo el concepto de ‘cultura de seguridad alimentaria’.

La industria cárnica se compromete con proyectos concretos en esta materia. Por ejemplo, ANICE tiene un acuerdo con el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), que permite a la asociación y a sus empresas contar con asesoramiento científico-técnico en proyectos de innovación de interés sectorial, con el objetivo de aumentar el conocimiento y mejorar la seguridad alimentaria de la carne y sus derivados.

Este sector se preocupa por la tranquilidad de los consumidores y trabaja constantemente para ofrecer carne y productos cárnicos con los más altos estándares de calidad en el mercado. Estos procedimientos respaldan la calidad de las producciones a nivel nacional y hacen que los alimentos sean atractivos a nivel internacional.

De hecho, en los últimos diez años, nuestra industria ha ganado posiciones en el mercado internacional de la carne y sus derivados, consolidando su papel como potencia exportadora de referencia y expandiendo su presencia comercial en numerosos países de todo el mundo.