Entre los días 19 y 20 de enero han salido a la luz nuevos datos sobre el origen del ADN de carne de caballo encontrado en varias hamburguesas de vacuno comercializadas por la cadena Tesco. Según destaca el Irish Independent, la carne podría no haber sido importada ya que según los informes la carne de vacuno de esos productos no era de fuera. Otros medios apuntan a que el origen de los datos de ADN podría estar en algún aditivo protéico añadido a la carne de vacuno de las hamburguesas.
Sin embargo, aún no se han ofrecido más datos al respecto y se esperan los informes finales de las autoridades irlandesas y del laboratorio alemán.
Por otro lado, desde Anafric han informado a Cárnica 2000 que se les ha pedido el contacto de las empresas que exportaban productos cárnicos a las compañías implicadas en este escándalo. Además, han confirmado que estas empresas españolas han presentado toda la documentación requerida para la investigación, se encontraban “tranquilas y con ganas de colaborar para que esta situación se resuelva lo antes posible”.
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