Los mercados mundiales de carne de cerdo están experimentando una serie de influencias que están configurando un escenario realmente desafiante, según indica Rabobank en su último informe. Esta situación se caracteriza por un crecimiento económico que avanza a un ritmo lento, un consumo que muestra signos de debilidad, la persistencia de brotes recurrentes de enfermedades y problemas en la eficiencia de la producción.
A pesar de una primera mitad del año sólida, se vislumbra un futuro en el que el comercio a nivel mundial podría experimentar un debilitamiento. Aunque existe una persistente volatilidad en los precios de los piensos, los costes de producción deberían mejorar ligeramente.
El fenómeno del lento crecimiento económico sigue siendo un factor de gran relevancia que repercute en los comportamientos de los consumidores a nivel global. Este fenómeno se manifiesta a través de una desaceleración en las exportaciones, un aumento en las tasas de desempleo y la disminución de la confianza de los inversores. Situaciones todas ellas que generan preocupación en países como China, algunas naciones del Sudeste Asiático y países de América del Sur.
Por otro lado, en América del Norte y Europa, los consumidores se ven presionados por el crecimiento de los salarios, mercados laborales ajustados y una inflación creciente, particularmente en el sector alimentario. Estos factores están impulsando a los consumidores a cambiar sus hábitos, optando por canales de compra diferentes, adquiriendo porciones de alimentos más reducidas y modificando sus preferencias.
De todas formas, la carne de cerdo, al mantener una posición de relativa estabilidad en términos de precio en comparación con la carne vacuno o los pescados y mariscos de calidad, continúa siendo una elección popular en las mesas de los consumidores.
En cuanto a los precios de los piensos, se observa una tendencia a la suavización, aunque persisten elementos de incertidumbre vinculados a factores de corto plazo. La volatilidad en los precios del maíz y la soja ha sido evidente en el comienzo del mes de julio, resultado de factores como la reducción de las áreas plantadas de soja en los Estados Unidos, que resultaron ser menores de lo anticipado, y el aumento de las áreas de maíz, que superaron las expectativas iniciales.
Se espera que los precios de los piensos disminuyan durante el tercer trimestre del año, aunque se mantendrán respaldados por niveles relativamente bajos de existencias en relación con la demanda en numerosos países.
Por otro lado, la salud del ganado sigue siendo vulnerable debido a la persistencia de brotes de enfermedades. La peste porcina africana (PPA) continúa ejerciendo un impacto significativo en la producción de carne de cerdo en regiones de Asia y Europa. Aunque los brotes de PPA en general han mostrado un ritmo menos acelerado en el segundo trimestre, aún persisten en algunas áreas, generando interrupciones en el suministro local.
Además, el síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRRS) sigue siendo un desafío en España, lo que ha ocasionado una caída sustancial en su producción porcina.
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