Ignasi Pons, secretario general de FECIC, hace valoración del año para la edición de Cárnica en papel. Comercio, sanidad, consumo e innovación son las claves sobre las que Pons construye su valoración. Cabe destacar que este artículo de opinión se hizo de forma previa a la detección de un caso de gripe aviar en Lleida de esta semana.
Desde la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (FECIC) representamos y defendemos los intereses de las empresas cárnicas, que trabajan día a día para reforzar la confianza del consumidor y garantizar que los productos cárnicos sigan siendo una opción segura, accesible y sostenible. Acompañamos al sector en un momento decisivo, en el que resulta imprescindible adaptarse a nuevas demandas sociales, medioambientales, tecnológicas y comerciales, tanto a nivel nacional como internacional.
Este año ha estado fuertemente condicionado por la evolución del comercio global. Desde la federación hemos realizado un seguimiento constante de la evolución de los aranceles con China y Estados Unidos, analizando su impacto directo sobre la competitividad de las empresas cárnicas y las perspectivas de futuro. Paralelamente, se han identificado nuevas oportunidades de exportación, con especial atención a la nueva apertura del mercado australiano.
Asimismo, 2025 ha sido un año marcado por la gestión de temas clave como el protocolo de estómagos, el mercado mexicano, las medidas antidumping, que afectan directamente a la fluidez logística y a los costes operativos. Todos estos aspectos han requerido un trabajo coordinado entre administraciones, empresas y asociaciones para defender los intereses del sector en un entorno global cada vez más competitivo. La sanidad animal ha sido otro de los ejes críticos del año.
La evolución de enfermedades como la Peste Porcina Africana (PPA) y la Dermatosis Nodular Contagiosa (DNC) ha exigido una vigilancia continua y la revisión constante de los protocolos de prevención, ya que la estabilidad sanitaria es un requisito clave para sostener la fuerte capacidad exportadora del sector cárnico español y
garantizar la confianza de los mercados internacionales.
En 2025 hemos seguido trabajando para ayudar a las empresas con el cumplimiento normativo, pues estamos en un entorno en el que el marco regulatorio es cada vez más exigente en bienestar animal, seguridad alimentaria, emisiones, calidad y trazabilidad digital. Al mismo tiempo, el consumidor actual busca productos de calidad y demanda cada vez más transparencia sobre el origen, la trazabilidad y la forma de producción de los alimentos.
En este contexto, resulta imprescindible seguir avanzando en un etiquetado claro, garantizar la trazabilidad en toda la cadena de valor y mejorar la comunicación de los procesos y controles.
El sector cárnico debe apostar por la innovación para mantener su posición como referente mundial y no perder competitividad. La tecnificación y robotización de las líneas de producción avanza con fuerza, y la adopción de tecnologías 4.0 (automatización, análisis de datos y sistemas de control digital) se ha convertido en un factor clave para mejorar la eficiencia y reforzar la competitividad.
Sin embargo, aún existen barreras significativas: la necesidad de realizar inversiones elevadas, y la falta de formación especializada Desde FECIC, defendemos que la innovación debe consolidarse como uno de los pilares estratégicos del sector cárnico para mantener el liderazgo en el ámbito internacional. Precisamente, esta apuesta por la innovación está estrechamente ligada a otro de los grandes retos del sector: la sostenibilidad.
La sostenibilidad debe seguir siendo uno de los ejes importantes en los que se debe avanzar. Se debe continuar trabajando en la reducción de emisiones, el uso eficiente del agua, la correcta gestión de residuos y la mejora continua del bienestar animal. Desde FECIC creemos que es fundamental reforzar la transparencia y la comunicación activa sobre sostenibilidad, bienestar animal, seguridad alimentaria y calidad.
El sector cárnico español se encuentra en un momento de transformación, influido por nuevas exigencias medioambientales, avances tecnológicos, cambios en los hábitos de consumo y una creciente competencia internacional. Al mismo tiempo, surgen oportunidades relevantes para las empresas que apuesten por la innovación, la sostenibilidad y la apertura a nuevos mercados.
De cara a 2026, se plantean diversos desafíos para el sector cárnico español: una mayor presión regulatoria en sostenibilidad y bienestar animal, el aumento de los costes energéticos y de materias primas, la necesidad de avanzar en digitalización y trazabilidad, un consumo cada vez más orientado hacia productos responsables y una competencia internacional más intensa.
A todo ello se suma la dificultad para atraer jóvenes al medio rural, este desafío social exige soluciones conjuntas que garanticen el relevo generacional, impulsando la formación y unas condiciones laborales atractivas para los nuevos profesionales del sector.
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