El sector ganadero-cárnico español ha querido unirse a la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, que se conmemoró ayer, 5 de junio, renovando su firme compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por Naciones Unidas.
A la vez, ha querido poner en valor el trabajo continuo que están realizando ganaderos e industrias para mejorar día a día sus procesos y técnicas buscando la sostenibilidad ambiental, social y económica de sus producciones y el avance hacia la neutralidad ambiental y la circularidad, según ha destacado la Plataforma Carne y Salud.
Conscientes de los retos medioambientales que afronta nuestra sociedad, los sectores ganadero-cárnicos están destinando importantes recursos para alcanzar los objetivos establecidos por la Comisión Europea y llegar en 2050 a un impacto climático neutro de su actividad tanto en emisiones GEI como en impacto en suelos, agua o aire.
Objetivos medioambientales del sector ganadero-cárnico
El sector ganadero-cárnico está impulsando iniciativas varias con centros científicos y tecnológicos para conseguir objetivos concretos y medibles como:
- Reducción de un 15% la huella de carbono en el sector vacuno.
- Reducción de un 47 % de las emisiones de amoniaco y un 54 % las de metano en el sector porcino.
- Ahorro de hasta un 30 % en el uso de agua por cada kilo de carne producido.
- Fomento de las producciones sostenibles de carne de conejo, cordero y ave.
- Investigación en alimentos para el ganado más eficientes y con menor huella medioambiental.
- Implantación de 2.377 medidas de ecodiseño de envases en la industria cárnica desde 2012 y hasta 2022, lo que se ha traducido en el ahorro de más de 18 millones de kilogramos de materias primas, según los últimos datos de Ecoembes. Solo en 2020-21, la industria evitó la emisión de 111.145 toneladas de CO2 con estas medidas.
El sector ganadero: ejemplo de economía circular
Los diferentes tipos de ganadería son un ejemplo de economía circular, con actividades como el aprovechamiento para la alimentación del ganado de subproductos de producciones vegetales destinadas a uso humano, o la gestión eficiente de estiércoles y purines como subproductos con una importante utilidad agronómica como fertilizantes orgánicos de cultivos.
Desde la Plataforma carne y Salud recuerdan que el 50 % de los fertilizantes utilizados en los cultivos vegetales de todo el mundo son, según la FAO, de origen animal, lo que limita el empleo de fertilizantes químicos.
Asimismo, constata que la ganadería de pastoreo provee no solo servicios de soporte de los ecosistemas como la conservación de la biodiversidad y el reciclado de nutrientes, sino servicios de regulación como el secuestro de carbono, la fertilización, la dispersión de semillas, la contribución a la polinización, la limpieza del monte y prevención de incendios forestales y el control del flujo del agua y la erosión del suelo.
Además, subraya que el sector ganadero-cárnico permite mantener importantes ecosistemas que no serían viables sin su utilización ganadera, como las dehesas en el caso del cerdo ibérico o el pastoreo tradicional del ovino y caprino y el del vacuno en dehesas y zonas de montaña, que están unidos al fomento de la biodiversidad y la conservación de los espacios naturales. Muchas de estas superficies no pueden ser utilizadas para la producción agrícola de uso alimentario humano.
Sostenibilidad social, territorial y económica
En España, según la FAO, más de 2,5 millones de personas dependen de la cadena ganadero-cárnica como modo de vida, lo que tiene una gran trascendencia social y económica. El mantenimiento de la actividad ganadera en el medio rural genera actividad económica y dinamiza social y laboralmente numerosas áreas de España en riesgo de despoblación.
La actividad ganadera se desarrolla en más de 350.000 granjas de toda la geografía nacional que hacen una aportación de 16.000 millones de euros a la Producción Final Agraria, a los que se suman los 31.727 millones de euros que genera la industria cárnica con su actividad.
Con esta producción se asegura la soberanía alimentaria de España en lo que respecta a las carnes y además ha permitido que en 2022 el sector haya aportado un valor de 9.986 millones de euros a la balanza comercial española por la exportación a mercados de todo el mundo.
