El Grupo Vall Companys apuesta por la digitalización y la innovación tecnológica para alcanzar la plena sostenibilidad del sector. Así lo demuestra la Granja 5.0, que plantea una ganadería digitalizada, eficiente y sostenible gracias a la tecnología.
El responsable de Producción Ganadera del Grupo, Albert Vidal, ha explicado que esta plataforma de I+D+i surgió de la colaboración entre los equipos técnicos especialistas y los ganaderos de Vall Companys con la voluntad de desarrollar sistemas que mejorasen el bienestar animal, la eficiencia y la sostenibilidad de la ganadería porcina.
“Gracias a la tecnología de la Granja 5.0, conseguimos monitorizar tanto la eficiencia de los piensos, como su efecto sobre la curva de crecimiento de cada animal. Esto ha hecho que nuestro aprendizaje sea más rápido y preciso”, ha señalado Vidal.
En esta línea, los diferentes sistemas de la granja proporcionan una gran cantidad de datos que, una vez cruzados y analizados, permiten mejorar de manera significativa la vigilancia y el tratamiento de la salud de los animales.
En el caso de la Granja 5.0, permite la comparación de distintas estrategias nutricionales para la disminución de su efecto sobre el medio ambiente, a través del análisis del volumen y la composición del purín que se genera en las cuatro zonas diferenciadas por cada subnave.
Modelo basado en la sostenibilidad
“Además, potenciamos la economía circular de la instalación con un sistema que separa el purín en líquido y sólido, y que nos permite reaprovecharlo como abono en la finca donde está ubicada la granja”, ha detallado Vidal.
Por otro lado, esta misma tecnología permite monitorizar la emisión de amoniaco con sondas en ventanas y chimeneas, lo cual facilita la obtención de energía eléctrica de forma sostenible, con una planta fotovoltaica propia de 10kw.
Una inversión en innovación digital y tecnológica que, en ocasiones, no está al alcance de todos. “Puede que el proceso de aprendizaje fruto de la tecnología no esté a disposición de todas las granjas, debido al coste que puede suponer, pero lo que es más importante, el conocimiento obtenido, sí que está al alcance de todos; para conseguirlo, es importante que los ganaderos se organicen en cooperativas y grupos”, ha añadido Vidal.
Asimismo, los consumidores, cada vez más concienciados con el medio ambiente, son los que suelen reclamar la ejecución de dichas inversiones por parte de las empresas pero, como explica Vidal, “muchos de los consumidores señalan que prefieren un producto sostenible y ecológico pero, en el momento de realizar la compra, la elección de los productos suele basarse en el precio. Además, en ocasiones se confunde ecología y sostenibilidad cuando son dos cosas totalmente distintas”.
Estos avances tecnológicos suponen un punto de partida inmejorable para construir el futuro de nuestra crianza porcina. “Tenemos que seguir creciendo e innovando; es nuestra responsabilidad y lo vamos a hacer. Hay que producir proteína para todo el mundo”, ha concluido Vidal en su exposición dentro del evento ‘Innovación, pilar esencial del presente y futuro’ del sector porcino, que tuvo lugar en la sede de la Fundación Caja Rural Aragón a finales del pasado mes de diciembre.