En un informe publicado por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido (Defra) con los datos del cierre de 2023 sobre la industria porcina del país y de la que se ha hecho eco AHDB, destacó la drástica disminución experimentada en la producción de carne de cerdo durante el pasado mes de diciembre, al alcanzar tan sólo 71.900 toneladas, que suponen 14.300 toneladas menos que en diciembre del año anterior.
A lo largo de 2023, la producción anual de carne de cerdo en el Reino Unido alcanzó las 927.400 toneladas, mostrando también una disminución interanual que se sitúa en el 11 %. Estos números marcan el volumen anual más bajo registrado desde 2018 y reflejan los desafíos persistentes que enfrenta la industria.
Uno de los factores determinantes en la reducción de la producción ha sido la disminución en el número de cerdos sacrificados, con una matanza limpia de 781.800 cabezas en diciembre, una pérdida de más de 177.000 cabezas en comparación con diciembre de 2022.
La climatología no ha ayudado
A pesar de los esfuerzos informados para acelerar la matanza antes de Navidad, las condiciones climáticas adversas y húmedas, que incluyeron inundaciones y perturbaciones generalizadas, pueden haber tenido un impacto significativo en el rendimiento.
El peso promedio de las canales también ha disminuido a lo largo de 2023, llegando a un promedio de 89,1 kg, pero el factor clave en la bajada de la producción ha sido la rebaja en el número de cerdos sacrificados, no en el peso individual.
En todo el año 2023, la matanza limpia de cerdos experimentó una disminución del 10 % interanual, alcanzando los 10,06 millones de cabezas, la cifra más baja en una década. Esta cifra es la más baja en toda una década, ya que en 2013 la matanza limpia de cerdos en el Reino Unido fue de 10,05 millones de cabezas.
Además, la matanza de cerdas y jabalíes también sufrió una disminución del 15 % interanual en 2023, probablemente debido a la contracción observada en la piara de cerdos del Reino Unido a lo largo de 2022 y 2023.
Estos datos resaltan los problemas que enfrenta la industria porcina británica, que deberá buscar estrategias para superar las adversidades climáticas y estabilizar la producción en los próximos años.
