A raíz de las supuestas irregularidades detectadas en mataderos españoles por auditores mexicanos, el área Cárnica de C de Comunicación se puso en contacto con INTERPORC para conocer la situación y nos aclararon que las informaciones publicadas han sido extraídas de su contexto y se presentan con titulares pretenciosos en la mayoría de los casos.
Añaden que durante la última visita de inspección realizada por los inspectores mexicanos, se detectaron deficiencias higiénico-sanitarias en algunos establecimientos inspeccionados, siguiendo estándares y normativas específicas muy elevadas.
No obstante, no se está poniendo en riesgo la salud pública del consumidor en ningún caso y las empresas afectadas han tomado medidas correctoras a través de planes de acción que han sido verificados por los servicios veterinarios oficiales españoles. Esto se evidencia en que muchas de las empresas inspeccionadas han renovado recientemente su autorización para exportar al mercado mexicano.
España es una gran potencia mundial en este sector
Asimismo, INTERPORC ha recordado que España ocupa actualmente el tercer puesto en la producción mundial de carne de porcino, siendo también el segundo exportador a nivel global y el primero dentro del continente europeo. Esta posición de liderazgo le permite a España crear una imagen de marca positiva asociada a sus productos elaborados a base de carne de porcino, así como a su vez actuar como referente para otros sectores agroalimentarios que aspiran a incrementar sus exportaciones.
La confianza que han depositado los profesionales de mercados de países terceros más exigentes en los productos de España se debe en gran medida al cumplimiento de la legislación y modelo de producción de la Unión Europea, el cual es considerado uno de los más modernos y garantistas del mundo en términos de calidad, trazabilidad, sostenibilidad, formato, entre otros aspectos.
En la actualidad, los consumidores no solo buscan una alimentación saludable, sino que también exigen a las empresas alimentarias que sean respetuosas con el bienestar animal y el cuidado del medio ambiente. Es por ello que las granjas españolas han optado por un enfoque de ganadería moderna, aplicando soluciones de ingeniería avanzada en su diseño y funcionamiento, además de llevar a cabo un control serio y riguroso en la alimentación y cuidado veterinario de los animales. Todo esto se traduce en una producción de carne de porcino de altísima calidad.
En la misma línea, la industria transformadora en España se encuentra altamente tecnificada, incorporando los procesos más avanzados de la industria cárnica mundial, destacando especialmente en términos de trazabilidad y seguridad alimentaria. Todo esto, con el único objetivo de cumplir con los altos estándares de calidad que se exigen en los diferentes países en los que se encuentran presentes.
Nuestra industria está a la vanguardia
La combinación de un sector primario moderno con una industria muy avanzada, ha posicionado al sector porcino español en la vanguardia tecnológica de la industria porcina mundial. Esto se debe en parte a su apuesta por la digitalización de toda la cadena de valor, la cual se ha convertido en una herramienta de diferenciación.
En cuanto a los controles de seguridad que establecen las empresas y las autoridades, estos son muy rigurosos y se encuentran bajo el paraguas de la legislación europea, la cual se caracteriza por sus altos niveles de exigencia y se complementa con certificaciones voluntarias en trazabilidad, sostenibilidad y seguridad alimentaria. Todo esto representa para los consumidores un indiscutible plus de confianza en las producciones cárnicas españolas y son garantía para las autoridades sanitarias de los países terceros ante cualquier problema sanitario.
La carne de porcino y los elaborados cárnicos españoles gozan del mayor reconocimiento en los mercados internacionales. Cada día son más los países que importan productos cárnicos españoles y la excelente relación calidad-precio abre nuevas posibilidades para los operadores españoles. El sector porcino español ha obtenido hasta la fecha la aprobación para exportar a más de un centenar de países, después de pasar rigurosas inspecciones, lo que ha otorgado la máxima confianza a los operadores españoles para que sus productos formen parte de la cesta de la compra de los exigentes consumidores locales.