El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, comentó ayer en una comparecencia que se van a estudiara partir de la semana que viene medidas de flexibilización ante la actual inmovilización del ganado impuesta por ejecutivo para erradicar el brote de viruela ovina y caprina que afecta a las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo.
La intención, señalan fuentes del gobierno autonómico al área Cárnica de C de Comunicación, es que “los cebaderos que vayan estando vacíos y que no hayan tenido ningún caso, a lo mejor, puedan volver a introducir animales, pero es algo que tiene que estudiar la mesa de seguimiento la próxima semana”.
Tal y como nos explican desde el Gobierno de Castilla-La Mancha, “se han mandado más de cincuenta muestras de posibles explotaciones que tenían casos con síntomas compatibles con la enfermedad y todos han dado negativo. De momento, todo lo que se está analizando, los resultados que hay hasta ahora, son negativos y por ello se plantea, a partir de la semana que viene, estudiar medidas de flexibilización”.
