El sector avícola catalán ha experimentado un giro positivo durante el año 2023, marcando un cambio de tendencia tras enfrentar tres años consecutivos de desafíos económicos de todo tipo.
Según el análisis realizado por la Federación Avícola Catalana (FAC), que representa a las empresas productoras de aves de corral y huevos en Cataluña, el año pasado fue crucial para revertir la situación adversa de los años anteriores.
Hasta este año, las empresas avícolas se han enfrentado a precios de venta por debajo de los costes de producción, lo que estaba impactando de forma negativa en sus márgenes de beneficio. Sin embargo, en 2023, se ha observado una moderación en los precios del alimento para las aves y la energía, lo que ha permitido a las empresas equilibrar sus costes y contener los gastos.
Un factor determinante para esta mejora tuvo que ver con el control cuidadoso de la producción para ajustarla a la demanda real y evitar la sobreoferta. La recuperación de la demanda y del consumo interno de productos avícolas, especialmente carne de pollo y huevos, fue impulsada por la plena recuperación del sector turístico y de congresos.
La FAC atribuye este aumento de la demanda al hecho de que la carne de ave y los huevos son alimentos presentes en la mayoría de los hogares catalanes y ofrecen una relación calidad-precio atractiva, especialmente en épocas de inflación elevada.
Cambio de ciclo con desafíos en el horizonte
En cuanto a los resultados por subsectores, los productores de huevos lograron normalizar sus márgenes y obtener una retribución más justa en comparación con años anteriores. Por otro lado, los productores de carne de pollo enfrentaron el desafío de optimizar los costes de producción y ajustar su oferta a una demanda incierta, pero en general pudieron gestionar estos aspectos y cerrar una etapa de pérdidas continuadas.
Sin embargo, el futuro del sector avícola está condicionado por varios factores externos, como la situación política global, las afectaciones en el comercio internacional y la influenza aviar altamente patógena.
Además, se prevén cambios en las normativas de la Unión Europea relacionados con el bienestar animal, lo que podría transformar significativamente el sector y reducir su capacidad productiva.
La FAC está trabajando para transmitir a las autoridades comunitarias la importancia de equilibrar la necesidad de mejorar el bienestar animal con la sostenibilidad del tejido productivo. Además, la sequía podría afectar la actividad del sector avícola en el futuro próximo, ya que cualquier restricción en el consumo de agua tendría un impacto directo en las granjas y podría reducir la producción a medio plazo.
