Conmoción en el sector avícola catalán tras la muerte, a la edad de 89 años, de Miquel Callís i Prat, presidente de honor de la Federació Avícola Catalana (FAC), fundador de varias empresas avícolas de renombre, entre ellas, la marca Don Pollo y considerado como el el primer fabricante español de croquetas, canelones y pollos precocinados.
Miquel Callís nació el 5 de septiembre de 1933 en Banyoles (Girona) y desde bien joven decidió ponerse a trabajar en el negocio familiar de venta de pollos y carne de ave que su abuelo había fundado en 1920.
En 1968, Callís fundó Miquel Callís, S.A., una empresa dedicada a la venta de pollos sacrificados y, seis años más tarde, creó la marca Don Pollo, que se convirtió en líder en el sector. El 1995, con 62 años, inició una nueva etapa con la creación de la empresa de huevos para incubar Miquel Avícola y la marca de huevos para el consumo Liderou.
Impulsor de la Federación Avícola Catalana y el Centro de Sanidad Avícola de Cataluña y Aragón
Firme defensor de las ventajas del esfuerzo conjunto, Callís, tal y como recuerdan desde la FAC, hizo una gran labor por el sector avícola. Promotor y fundador de Federación Avícola Catalana en 1977, fue su presidente durante la mayor parte de su trayectoria y en 2017 fue nombrado Presidente de Honor.
Miquel Callís también previó hace décadas la importancia de la sanidad como factor productivo esencial en el sector avícola y promovió e impulsó el CESAC (Centro de Sanidad Avícola de Cataluña y Aragón), que se ha convertido en un centro de referencia de primer orden y del que era presidente en el momento de su muerte.
Miquel Callís, figura clave en su ciudad natal
Paralelamente a su trayectoria empresarial, Callís fue también una figura clave en su ciudad natal, ocupando diferentes cargos públicos y con la participación activa en diversas entidades.
Fue candidato a las primeras elecciones municipales de la democracia en 1979; primer delegado de Deportes de la Generalitat; vicepresidente de la Diputación de Girona ; impulsor de la candidatura de Banyoles como subsede olímpica de los Juegos Olímpicos de 1992; presidente de la Mancomunidad del Pla de l’Estany e impulsor de la comarca.
En 2016, fue reconocido como Banyolí de l’Any, un premio con el que el Ayuntamiento de Banyoles quiso reconocerle su pasión por la avicultura y dedicación a su ciudad.
En el ámbito deportivo, su otra gran pasión, era el socio número 1 del C.D. Banyoles, entidad de la que fue vicepresidente en diversas ocasiones, así como del Girona F.C.
Desde el área Cárnica de C de Comunicación queremos transmitir a sus familiares y amigos nuestro más sentido pésame. DEP.