El próximo domingo, 12 de febrero, se disputará la Super Bowl LVII, la final del campeonato de la National Football League (NFL), principal campeonato profesional de fútbol americano en los Estados Unidos, en la que se estima que los estadounidenses consuman la cifra récord de 1.450 millones de alitas de pollo durante ese fin de semana, un 2 % más respecto al informe del año pasado, o lo que es lo mismo, 84 millones de alitas más, según la National Chicken Council (NCC).
Este repunte del consumo que se prevé este año, tal y como apunta el portavoz de la NCC, Tom Super, se debe principalmente a “unos precios más favorables y un mayor número de personas que vuelven a la normalidad y se reúnen para el Gran Partido, ya sea en casa o en un bar/restaurante”.
“Aunque los estadounidenses están viendo cómo la inflación afecta a casi todos los aspectos de su vida, los precios de las alitas de pollo, tanto al por mayor como al por menor, han bajado dos dígitos con respecto a hace un año, según el USDA, y los consumidores están viendo muchas más propiedades y promociones”, apunta.
Las alitas se pollo son uno de los snacks favoritos de los aficionados del fútbol americano y su consumo está muy asociado a los grandes eventos. En este sentido, si se compara la semana del 22 de enero con la semana del 8 de enero (última semana de la temporada regular), las ventas de alitas crecieron dos dígitos tanto en dólares (+11,5 %) como en libras vendidas (+13,5 %) en los mercados de Kansas City, Filadelfia, San Francisco y Cincinnati, según apuntan desde la NCC.
