China ha importado de enero a septiembre de este año 1,94 millones de toneladas de carne de vacuno fresca y congelada, lo que supone 205.400 toneladas más, es decir un 12 % más, con respecto al mismo período del año pasado, tal y como informan desde AHDB.
Brasil, Argentina, Uruguay, Nueva Zelanda y Australia son los cinco principales proveedores de carne vacuna fresca y congelada a China. Los cinco países suman el 86,9 % de las importaciones totales (1,69 millones de toneladas).
En los últimos cuatro años, las importaciones del resto del mundo han ido en aumento, impulsadas particularmente por los EE. UU.
En cuanto a la carne vacuna congelada, esta representó, tal y como indican desde AHDB, poco más del 96 % de las importaciones chinas de carne vacuna entre enero y septiembre de 2022, manteniéndose relativamente estable en este nivel durante los últimos cuatro años.
Aunque la carne de cerdo sigue siendo la carne básica entre los consumidores chinos, AHDB prevé un aumento de la demanda de carne de vacuno. La presión ejercida por la peste porcina africana, unida al aumento de los hogares con mayores ingresos entre la población china, ha favorecido probablemente la demanda de carne de vacuno, constata.
Esto es especialmente cierto, señala, en la venta al por menor, ya que los productos de vacuno listos para cocinar están cada vez más disponibles. Sin embargo, en general, el crecimiento de la demanda interna de carne de vacuno ha sido lento. La reapertura de los servicios de restauración, más la interrupción de la cadena de suministro debida al COVID-19, habrán ofrecido apoyo a las importaciones, indican. Sin embargo, el sector de la restauración no ha recuperado los niveles anteriores a la pandemia, y la economía en general sigue viéndose afectada por las políticas de cero COVID.
Aunque se prevé un aumento del consumo interno de carne de vacuno, también se espera que aumente la producción a medio plazo. El ritmo al que crezcan estos dos factores, apunta, influirá, por supuesto, en el ritmo de cambio de las importaciones.
Actualmente, los informes de la industria prevén que China importe ligeramente menos en 2023 frente a 2022, pero se espera que las importaciones sigan creciendo a más largo plazo. Observar cómo se sigue gestionando el COVID-19 en el país y sus repercusiones en la economía, será fundamental, concluye.
