Tras la medida adoptada ayer por Italia de suspender la entrada en vigor del impuesto al plástico, que también estaba previsto para el 2023, FIAB ha vuelto a solicitar al Gobierno el emplazamiento, un año, de esta medida que, según la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas “tendrá un impacto directo en las compañías del sector de alrededor de 690 millones de euros, a lo que habría que sumar el de la Responsabilidad Ampliada del Productor, que puede suponer otra carga de unos 1.150 millones de euros”.
Es por ello que FIAB se ha vuelto a dirigir a la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, para reiterarle la preocupación “por la delicada situación a la que se enfrentan muchas empresas del sector de alimentación”.
“Si no se escuchan las reiteradas peticiones para su aplazamiento realizadas al Gobierno español por FIAB y otras organizaciones de la cadena de valor del envase”, señalan que “España sería el único país de la Unión Europea que contaría con un impuesto de estas características, a partir del próximo 1 de enero”.
“En las circunstancias actuales, con costes energéticos inasumibles y con una inflación al alza, un nuevo impuesto es inasumible para las compañías del sector”, concluyen desde FIAB.