En el Reino Unido hay escasez de carne porcina. El aumento de los precios de los piensos ha llevado a los ganaderos a criar menos cerdos, en concreto los medios británicos hablan de un 20 % menos de animales criados que el año pasado por estas fechas, lo que supone la menor cabaña porcina de los últimos 20 años.
Este hecho ha provocado un notorio encarecimiento del precio de la carne de cerdo británica con respecto a la carne importada de la Unión Europea, lo que puede derivar, adevierten los medios, en una mayor demanda de cerdo importado de España y Bélgica de cara a esta Navidad.
Ante esta realidad, Lizzie Wilson, directora ejecutiva de la National Pig Association, ha constatado en declaraciones a The Telegraph que en el Reino Unido va a haber “menos carne de cerdo británica disponible y los minoristas empezarán a buscar carne de cerdo importada” a la vez que pide a los británicos apoyo para su sector porcino.
Los medios también apuntan a que la escasez de carniceros también ha ejercido presión sobre los productores de cerdos, junto con el aumento de los costes de los piensos. Y el futuro no es muy prometedor, advierten los medios británicos, ya que los mataderos también tienen sus preocupaciones.
Asimismo, señalan, la producción de dióxido de carbono -utilizado para aturdir a los animales antes de matarlos- se ha ralentizado, y la empresa estadounidense CF Industries ha llegado a suspender la actividad en la planta de amoníaco que le quedaba en el Reino Unido, debido a la subida del precio del gas natural. Lo que significa, apuntan, que si no se sacrifican los cerdos, esa carne potencial no se envía a los minoristas, lo que añade más presión a la industria porcina británica, que se tambalea.