Rabobank ha publicado el segundo informe trimestral 2022 del sector vacuno de carne en el que señala que la mayoría de los mercados empiezan a mostrar los primeros signos de debilitamiento de la confianza del consumidor, con los precios al por mayor de la carne de vacuno bajo presión a pesar de que los costes de producción son más altos.
La consultora apunta a que será necesario un ajuste a la baja de los precios del ganado y de los costes de los insumos para restablecer los márgenes de los procesadores y mantener la competitividad de la carne de vacuno con los consumidores. Rabobank, tal y como señala en su informe (que los clientes de Rabobank puede descargarse desde este enlace), espera que se produzcan ajustes continuos del consumo y los márgenes en todos los mercados a medida que nos adentramos en el tercer trimestre de 2022.
Otro aspecto que destaca son los cierres en China y los riesgos de bioseguridad en Indonesia, que tienen notables implicaciones para el comercio. En opinión de Rabobank, los cierres de las principales ciudades chinas están limitando aún más la demanda de carne de vacuno y restringiendo las ventas de los servicios de alimentación. Como resultado, las importaciones chinas de carne de vacuno se redujeron en el primer trimestre, y espera que se reduzcan en el segundo. Según la consultora, la continuación de los cierres afectará a las importaciones de carne de vacuno de China en 2022.
En cuanto a Indonesia, Rabomank apunta que los informes oficiales sobre la dermatosis nodular contagiosa (a principios de marzo) y la fiebre aftosa (a finales de abril) han puesto en máxima alerta a las autoridades de los países con los que se comercia, especialmente Australia y Nueva Zelanda. Como enfermedades de declaración obligatoria, estas enfermedades altamente infecciosas no sólo tienen implicaciones para la productividad del ganado, sino que también tienen implicaciones comerciales para los países que se infectan.
Por último, Rabobank destaca el compromiso y esfuerzo que están llevando a cabo la mayoría de las grandes empresas de procesamiento de carne de todo el mundo por reducir sus emisiones y, en muchos casos, alcanzar las emisiones netas cero en un plazo determinado. Algo que también ocurre, señala, con las principales empresas de venta de alimentos y servicios de alimentación, algo que por ahora el consumidor no lo apreciaba pero que pronto empezarán a verlo los consumidores en los lineales.
