Con el objetivo de reforzar el
control de enfermedades como salmonella y trichenella e incrementar la
protección de los consumidores, la Unión Europea (UE), a través de su comité de
expertos permanentes sobre la cadena alimentaria y la salud animal, aprobó el pasado
23 de mayo una revisión de la normativa para las inspecciones de carne porcina
que realizan las autoridades nacionales.
Las normas se basan en la opinión
de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), e introducen “un
enfoque más basado en los riesgos” para estas inspecciones.
En particular, pretenden reforzar
los controles de enfermedades como la salmonella y la trichinella, y modifica
los procedimientos clásicos de inspecciones post-mortem.
Las reglas tienen en cuenta los
nuevos riesgos identificados por la EFSA con vistas a “mantener el más alto
nivel de protección de los consumidores” sin comprometer la sanidad animal ni
los costes asociados a los controles, según la Comisión.