La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Jamón de Trevélez ha recuperado e incluso ha superado el descenso de certificaciones del año de la pandemia, contabilizando este 2021 un 33 % más de piezas certificadas que en 2020, con 247.943 piezas.
Esta recuperación ha sido posible “gracias a la confianza de los consumidores, nacionales e internacionales, que pese a la difícil situación han apostado por mantener el consumo de este producto, y por el esfuerzo de los productores que, como muchos otros, han trabajado para mantener la producción y los puestos de trabajo buscando alternativas en la comercialización pese a la gran dificultad a la que nos hemos enfrentado todos”, indican desde la IGP.
Actualmente el Jamón de Trevélez IGP está presente en países como Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Austria, Reino Unido, Japón, Canadá y Hong Kong.
Uno de motores económicos de la zona
La IGP Jamón de Trevélez tiene una pequeña zona de elaboración que se encuentra situada en la cara sur de Sierra Nevada, en la parte alta de la Alpujarra y dentro del Parque Natural de Sierra Nevada, y comprende las partes con altitud superior a 1.200 metros de los términos municipales siguientes: Trevélez, Juviles, Busquístar, Pórtugos, La Tahá, Bubión, Capileira y Bérchules de la provincia de Granada.
El proceso de elaboración se realiza de manera tradicional con una curación natural, utilizando solo carne de cerdo seleccionada y sal marina, sin aditivos. Esta producción sostenible, que representa aproximadamente el 30 % de la producción total de jamón en la comarca, y aproximadamente el 2 % de la producción de jamón a nivel nacional, son de empresas que cuentan con los más exigentes sistemas de gestión, calidad y medioambiental como IFS y homologaciones específicas para exportar a distintos países.
La IGP Jamón de Trevélez es uno de motores económicos de la zona, genera puestos de trabajo que ayudan a fijar la población evitando el despoblamiento de esta zona rural donde se elabora.
Existe un estrecho vínculo entre la IGP y la zona de elaboración, ya que es esta zona, sus especiales características climatológicas y microbiológicas, junto con el proceso de elaboración tradicional y el saber hacer de los maestros jamoneros, lo que hace que este jamón sea único y diferente.
Desde esta zona rural y con una producción tradicional, las empresas y profesionales del sector son capaces de adaptarse a los cambios que exige la globalización actual e impulsar el desarrollo de su entorno e industria para llevar productos de calidad por todo el mundo.
