El USDA prevé que la producción de carne de vacuno se reducirá este año en la Unión Europea debido a una disminución significativa del número de animales motivada por la falta de rentabilidad estructural del sector.
Aunque recientemente se ha apreciado una subida en los precios de la carne de vacuno, no se espera que cambie la tendencia a la baja ya que sólo podría cambiar esta evolución el hecho de que existiera un aumento de precios sostenido en el tiempo tanto en la carne de res como en sus productos lácteos.
2022 será el sexto año en el que el número de animales siga contrayéndose pero, a pesar de eso, se prevé que las exportaciones aumenten ligeramente debido, en gran parte, a la mejora de las ventas de carne de vacuno irlandesa al Reino Unido y a la expansión de las ventas de carne de vacuno española a los mercados asiáticos.
A pesar de que el rebaño de ganado de la UE se siga reduciendo, la eficiencia del sector lácteo continúa mejorando, lo que significa que se necesitan cada vez menos vacas para producir el mismo volumen de leche. Un aumento sostenido en el precio de la leche podría ayudar a revertir la actual situación para que se produzca un incremento en las cifras de ganado.
A pesar del aumento significativo de los precios de las canales, fue insuficiente para compensar los costes de la cría de ganado. Y a esta falta de rentabilidad estructural se han unido los altos precios de la energía y la mano de obra. Cabe señalar que, incluso con precios récord, la cría de ganado dentro de la UE apenas resulta rentable en estos momentos.
Por todo ello, para revertir la situación actual hay muchas esperanzas puestas en la implementación nacional de la Política Agrícola Común de la UE (PAC).
