El Ministro de Agricultura y Alimentación, Julien Denormandie, ha anunciado la puesta en marcha de un plan de emergencia para el sector porcino francés de hasta 270 millones de euros, así como varias medidas de refuerzo ante la “crisis histórica” a la que se enfrenta el sector y que, en palabras de Denormandie, “si no hacemos nada, al menos el 30 % de nuestros criadores de cerdos podrían desaparecer” de aquí a 2023.
Según indica, como consecuencia de la crisis del COVID –que ha provocado una desorganización del transporte internacional, la inflación de los insumos agrícolas y de las materias primas utilizadas en particular en la composición de la alimentación animal– y la aparición de la peste porcina africana en Europa, que ha causado un excedente de oferta, el sector porcino francés se enfrenta al recorte de precios más fuerte jamás sufrido en 30 años.
Tal y como constatan desde el ministerio, el precio pagado al productor ha caído en Francia un 14 % en un año para una explotación media, mientras que los costes han aumentado un 27 %, lo que equivale a pérdidas de 440 millones en un año, según la Interprofesional, y casi una cuarta parte de los criadores de cerdos ya han alcanzado umbrales críticos de deuda a corto plazo que ya no les permiten hacer frente a los gastos corrientes.
Aunque en otoño del 2021 el Gobierno francés ya puso en marcha algunas medidas temporales de ayuda para el sector tanto a nivel coyuntural (la extensión de los préstamos bancarios garantizados con la apertura de Préstamos Avalados por el Estado (PGE) a los criadores de cerdos; la activación de células de crisis y la puesta en marcha de mecanismos de derecho común) como a nivel estructurales (ley Egalim2), estas ayudas, ha dicho, ya “no son suficientes”.
Por ello, el Gobierno se reunió el lunes con la industria porcina y los bancos agrícolas franceses para definir una hoja de ruta concertada, en la que todos los actores se han comprometido formalmente a ayudar al sector porcino a superar la crisis y fijar objetivos de estructuración y transformación para el futuro.
Plan de rescate de 270 millones de euros
El plan de rescate anunciado por el Gobierno francés está dotado con un importe de hasta 270 millones de euros e incluye:
- Ayuda de emergencia de hasta 75 millones de euros, en forma de cheque por importe de 15.000 € para explotaciones porcinas con graves dificultades de tesorería. Esta ayuda se desplegará dentro de quince días.
- Ayudas de estructuración, respaldadas por un compromiso de contratación en el marco de la ley Egalim2, por un importe máximo de 175 millones de euros, que complementarán la compensación por pérdidas de explotaciones porcinas, según criterios y modalidades que habrá que concretar en consulta con los profesionales .
- Un complemento para los regímenes de derecho anglosajón para cubrir las contribuciones de MSA hasta 20 millones de euros.
Paralelamente, la hoja de ruta adoptada incluye una serie de medidas a corto plazo como:
- A nivel europeo, la continuación de la movilización de los demás Estados miembros para alertar a la Comisión sobre la situación del mercado porcino y solicitar la activación de medidas europeas para este sector (ayudas al almacenamiento privado, medidas excepcionales de mercado, etc.). “Estas medidas son absolutamente necesarias para aliviar el mercado”, ha señalado.
- La puesta en marcha de campañas de promoción, si es necesario en colaboración con otros países europeos.
- Continuación de la movilización de la “Iniciativa Nacional para la Agricultura Francesa” (INAF) (garantía de préstamo público para 100 millones de euros de créditos asignados, generando 1.000 millones para préstamos).
- El refuerzo de las medidas de bioseguridad ante el riesgo de peste porcina africana.
Esta hoja de ruta también incluye fuertes medidas estructurales para reforzar la resistencia del sector a las crisis:
- El compromiso de todos los agentes, desde los productores hasta los distribuidores, de acelerar en el plazo de un mes la aplicación de la ley Egalim2 y, en particular, la contractualización de los eslabones anteriores del sector (desde los productores hasta los mataderos, pasando por las organizaciones de productores), acompañada, como exige la ley, de cláusulas de indexación y de la toma en consideración de los costes de producción, con el fin de repercutir mejor su evolución a lo largo de la cadena alimentaria.
- Diversas medidas de apoyo a la apertura de mercados de exportación (investigación y apertura de nuevos mercados).