China ha suspendido desde el 2 de diciembre la aceptación de las declaraciones de importación de productos porcinos de la empresa española Bopepor.
Ubicada en Gallur (Zaragoza), es una compañía especializada en cochinillos que cuenta con granjas propias, matadero, sala de despiece y almacén frigorífico.
Hasta ahora podía exportar a China carne de cerdo congelada (con y sin hueso), grasa de cerdo congelada sin refinar, así como vísceras y despojos de cerdo comestibles congelados.
En los últimos meses China ha desarrollado una estrategia de revocación de los permisos de exportación que, por el momento, ha afectado a nueve empresas españolas. No es una situación única y, por ejemplo, el 1 de diciembre también lo hizo con cinco cárnicas de Nueva Zelanda.