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El mercado de la carne de porcino en Japón 2021: Estudio actualizado del ICEX

El ICEX ha reeditado su informe sobre el mercado de la carne de porcino en Japón 2021, un trabajo que publicó previamente en el mes de marzo. El estudio ha sido elaborado por Elena Moreno de los Reyes, de la Oficina Económica y Comercial de España en Tokio.

Un resumen ejecutivo (o el informe completo previo registro) puede descargarse desde este enlace a la web del ICEX.

Principales datos

Japón es el segundo mayor importador de carne de cerdo del mundo, llegando a importar 923.835 toneladas de carne en 2020 (aproximadamente el 50 % del consumo total del país). 

El mercado de la carne porcina en Japón es especialmente relevante para España, ya que es el tercer país al que España exporta más carne de porcino en términos de valor, solo superado por China y Francia. En torno al 60 % de las exportaciones agroalimentarias a Japón pertenecen a productos de carne de porcino, situándola como el principal producto de las exportaciones españolas a Japón.

En total, en 2020 se exportaron 103.643 toneladas por un valor de 56.353 millones de JPY (unos 462 millones de €). El incremento del valor en los últimos cuatro años ha sido del 20,6 %.

Con un 11,6 % de las exportaciones globales, España se posiciona en 2020, por tercer año consecutivo, como primer exportador europeo, solo superado por Estados Unidos y Canadá a nivel mundial.

El 97,9 % del valor de nuestras exportaciones de carne de porcino fueron de carne congelada, un 1,75 % de jamón curado, 0,3 % de preparaciones de carne y apenas u n 0,03 % de carne fresca o refrigerada. La lejanía geográfica es la principal razón de las bajas cifras de exportación española de carne fresca o refrigerada, que obliga a utilizar la vía aérea, más cara, para transportar la carne española.

Respecto al producto curado, España destaca en la exportación de jamón sin deshuesar, donde es el mayor exportador (con 272 toneladas). En el caso del jamón deshuesado, España es el segundo país exportador (447 toneladas), siendo el primero Italia. La mayor parte de la demanda japonesa de jamón español es de capa blanca, mientras que el cerdo ibérico goza de una posición más modesta.

La entrada en vigor en febrero de 2019 del Acuerdo de Asociación Económica entre la Unión Europea y Japón, y la consecuente reducción de aranceles que produjo, contribuyó a que el volumen de las exportaciones españolas a Japón siguiese aumentando, y permitió la protección en el mercado japonés de tres denominaciones de origen españolas. En este último año las importaciones de productos cárnicos de cerdo en su conjunto han disminuido ligeramente debido, en gran parte, al cierre temporal de los restaurantes durante la pandemia global. A pesar de ello, se debe destacar la tendencia creciente del mercado en los años anteriores a la situación excepcional de pandemia, que indica un sector fuerte con expectativas positivas.

En términos de demanda, el mayor consumo de carne se localiza en la población joven (15 -29 años), aunque en los últimos años ha aumentado el consumo entre los grupos de mayor edad. La demanda principal de jamón español se realiza en el consumo en canal Horeca, principalmente en restaurantes españoles, aunque la compra en supermercados (en formato lonchas) se encuentra en aumento. Con respecto a las patas de jamón ibérico, su venta se localiza exclusivamente en restaurantes españoles, no existiendo prácticamente venta al consumidor final.

Los precios varían según el tipo de producto: la carne de porcino presenta precios homogéneos, mientras que la carne fresca y refrigerada muestra una gran disparidad, con España como uno de los países con mayor precio por kilo; el jamón curado sin deshuesar español, al igual que el deshuesado, está algo por encima de la media de países. Las preparaciones de carne españolas son las más caras del mercado.

La percepción del producto español no está consolidada, a excepción de productos de alta gama como el jamón ibérico. El mercado no está muy concienciado con respecto a las diferencias en calidad y sabor de cada tipo de carne de porcino, por lo que generalmente se decantan por la variable precio.

Con respecto a los canales de distribución, en Japón destaca la alta cantidad de intermediarios entre el importador y el consumidor final, que eleva los costes de intermediación. Los principales canales son Horeca, venta minorista en grandes superficies y carnicerías especializadas.

A la hora de exportar productos cárnicos a Japón se recomienda contar con el apoyo de un agente local o importador. En su defecto, también se puede entrar en el mercado a través de un gran procesador o fabricante japonés de carne.

Las perspectivas del sector son positivas, pues se espera a corto plazo un restablecimiento de los niveles de consumo en Horeca previos a la pandemia y una continuación del lento ritmo de crecimiento anual registrado antes de la COVID-19 que Euromonitor estima cercano al 1,6 % en los próximos 5 años.

Otros factores, como el envejecimiento de la población, la inserción de la mujer en el mercado laboral, la concentración de la población en áreas metropolitanas, el auge de la comida sana en formato bento y el creciente interés entre los consumidores japoneses por la cultura gastronómica española, ofrecen numerosas oportunidades a tener en consideración. En conclusión, el mercado de la carne de porcino en Japón presenta numerosas posibilidades de introducción o exp ansión para la empresa española.

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