Zoetis ha participado en el XXIII Foro Nacional del Ovino, que se ha celebrado en los meses de junio y julio, para hablar de uno de los problemas parasitarios más importantes y presentes en las granjas de ovino: la coccidiosis.
Durante su intervención, Manuela Jiménez, gerente de marketing de rumiantes y equino en Zoetis España, presentó las tres grandes repercusiones de la coccidiosis ovina: la forma clínica y subclínica de la enfermedad, y la inmunosupresión.
En el caso de la primera, se da en corderos de 4-6 semanas de edad provocando un cuadro de diarrea, anorexia, depresión, deshidratación…; mientras que la coccidiosis subclínica da lugar a una mala absorción de nutrientes, con la consiguiente disminución del crecimiento y aumento del índice de conversión, explicó la ponente.
Los animales más susceptibles son los jóvenes, en los que la infección se produce de forma continua a través del medio o de la madre, que no desarrolla la enfermedad y actúa como portadora; por ello, “el tratamiento puntual no es suficiente porque el ciclo vuelve a comenzar de inmediato”, señaló.
Inmunosupresión y patologías respiratorias asociadas
En estos animales jóvenes, Manuela destacó la reducción de inmunidad generada por este parásito. Esta inmunosupresión ocasiona que los animales no puedan responder de manera normal y efectiva a los desafíos de enfermedades, de gran complejidad en su etiología, que afectan al aparato respiratorio y más concretamente, al Complejo Respiratorio Ovino (CRO).
De esta forma, esta inmunosupresión afectará al inicio del cebo, en donde se unen factores como el transporte, los diferentes orígenes de los animales, cambios en la alimentación… que derivan finalmente en estrés y favorecen la presentación y difusión de la coccidiosis, afectando a los mecanismos de defensa inmune del cordero y agravando la inmunosupresión que favorecerá y facilitará el desarrollo del CRO en los animales que sufren coccidiosis clínica.
