China, el principal consumidor de carne de cerdo del mundo, probablemente seguirá siendo importador de carne porcina hasta, al menos, cuatro o cinco años. El motivo: los nuevos brotes de Peste Porcina Africana (PPA) que están retrasando los intentos de restablecer la producción porcina, tal y como ha indicado en una entrevista a Reuters, Jais Valeur, director ejecutivo de Danish Crown, el mayor productor de carne de cerdo de Europa.
En 2018 China sufrió PPA lo que provocó una caída importante de la producción y una reducción de la cabaña del 60 % a finales del año pasado. Danish Crown, que produce unos 18 millones de cerdos al año, envió durante el último año el 30 % de su producción total a China, beneficiándose de los altos precios en el país.
Tal y como explica Valeur, la compañía cárnica danesa ya había notado un aumento de las exportaciones a China desde 2018, pero las exportaciones cayeron cuando Pekin prohibió temporalmente, en octubre y noviembre, las importaciones desde dos de sus plantas en Dinamarca tras detectarse un brote de COVID-19 entre los trabajadores.
En su año fiscal, que terminó el 30 de septiembre, Danish Crown aumentó las ventas un 8 % hasta alcanzar 8,19 millones de euros (9,7 mil millones de dólares).