El matadero de Sabadell, considerado el principal matadero de vacuno de Catalunya, ha tenido que interrumpir su actividad, como mínimo durante dos semanas, tras la detección de cerca de 50 positivos entre sus trabajadores. La mayoría de casos de contagio son trabajadores de la sección de matadero y vísceras.
Tal y como ha informado a C de Comunicación Rafael Ylla, consejero delegado del matadero de Sabadell, el brote se inició cuando tres trabajadores comunicaron su positivo a la empresa subcontratada que gestiona el matadero, Maper Carns. Tras ello, explica Ylla, “Maper Carns activó el protocolo de riesgos, siguiendo las indicaciones del Servicio de Vigilancia Epidemiológica de Salud Pública y se realizaron, a principios de la semana, test masivos a la plantilla, y cuyos reultados han obligado a parar la actividad de sacrificio”, indica.
Según nos ha explicado Josep Rueda, secretario general de CCOO d’Indústria del Vallès Occidental-Catalunya Central, “por el momento, que tengamos constancia, hay 43 trabajadores positivos, además de tres veterinarios externos, un par de mecánicos y estamos a la espera de saber el resultado de 10 PCR más”. Todo ello ha propiciado a que Sanidad haya ordenado el cierre de las instalaciones dos semanas.
Según CCOO de Industria, tanto la empresa Maper Carns, gestora del matadero, como Osvaca (Osona Vallès Carns, S.A.), empresa propietaria del matadero desde 1998, no han aplicado ni han llevado a cabo medidas de seguridad ante la situación de la pandemia por coronavirus.
Los hechos se remontan desde hace unos meses, nos explica Josep Rueda, cuando se inició la pandemia. “En el mes de marzo, trabajadores del matadero se ponen en contacto con CCOO para denunciar que no se están tomando las medidas de seguridad necesarias frente al COVID-19 en los espacios comunes, como vestuarios y comedores”. Ante ello, CCOO denuncia los hechos a la inspección de trabajo pero no actúan, confiesa Rueda.
Además, prosigue, “en el mes de junio los trabajadores nos informan que la empresa les obliga a compartir equipos de protección laboral entre ellos, en concreto el casco, las gafas y el arnés”. Esto, unido al incumplimiento de algunos aspectos del convenio, propició a convocar dos jornadas de huelga en el mes de julio, aunque la segunda fue desconvocada “porque la empresa se comprometió a entregar a cada trabajador su propio equipo de protección y regular un tema de horarios”, explica.
Tras estos hechos, Rueda nos comenta que la empresa volvió a incumplir parte de los acuerdos asumidos entonces. “Sólo ha entregado cascos y gafas a los trabajadores pero siguen teniendo que compartir arnés y siguen sin tener un protocolo contra el COVID, lo que ha derivado a la situación en la que se encuentran ahora” asegura el secretario general de CCOO d’Indústria, “poniendo de nuevo en riesgo la salud de los trabajadores y sus familias”.
Por todo ello, la confederación sindical ha manifestado que emprenderá las “acciones sindicales y legales oportunas para que esta situación no se vuelva a repetir y para forzar a la empresa a cumplir con las medidas de seguridad y salud que prevé la ley“.
Ante estas acusaciones, el consejero delegado del matadero de Sabadell afirma que todos los trabajadores cuentan con sus propias EPIs y que en las instalaciones se cumplen con los protocolos frente al COVID.
Ylla ha lamentado toda esta situación, ya que, además, el cierre temporal del matadero de Sabadell coincide con el cierre del matadero de Mercabarna. “El cierre de los dos mataderos más importantes de Catalunyaestá provocando una parón importante en la actividad”, indica, y, ante ello, “las empresas cárnicas de la zona se están buscando la vida para encontrar otros mataderos cercanos”, concluye.
